Opinión

Breve diccionario de la inseguridad en el país

Secuestr FOTO: CARLOS ALBERTO CARBAJAL/CUARTOSCURO.COM (Carlos Alberto Carbajal/Carlos Alberto Carbajal)

Para leer con: “Tales to Astonish!”, de Christophe Beck

Los diccionarios mienten: no saben adaptarse a la celebración del tiempo en un momento en el que es imposible hacer una lectura lineal de la realidad.

Por eso, y como cada día es una oportunidad para preguntarle al gobierno cómo piensa garantizar lo indispensable, salvemos la dignidad de un país replanteando significados.

Abrazos – Realidad que delata cualquier otra cosa, menos una estrategia de seguridad que beneficie a los ciudadanos.

Capricho - Metodología suprema con la que se atienden las prioridades nacionales.

Homicidios - Absurdo al que el mexicano también se acostumbra. ¿O es normal que en los primeros 12 días de enero lleváramos 788 asesinatos?

Calderón - Razón ubicua y suficiente para cualquier mal, bajo cualquier situación.

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Miedo - Resultado natural de la ineficacia de las fuerzas del orden que se alimentan con nuestros impuestos. Emoción que eventualmente experimentarán del otro lado.

Muertos - Etapa natural en el curso de la vida, especialmente si uno vive en Zamora, Reynosa, Matehuala, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Juárez, Ensenada, Uruapan, Colima, Cuernavaca, León, Irapuato…

Abandono - Política gubernamental que opta por acumular logros para el movimiento, en lugar de calidad de vida para el país.

Desaparecidos - Despistados a los que el gobierno prefiere honrar borrándolos del mapa y del censo para lucir cifras que ni ellos celebran.

Mentira - Arte de ganar enemigos. Especialmente en las urnas.

Seguridad - Ilusión que tiene la ciudadanía en la que sus impuestos no solo sirven a la familia y amigos del presidente, sino que eventualmente, algo queda para disimular y atender los focos rojos del país.

Ambición - Enfermedad de quien no hace más que hablar para disfrazar la operación para amasar más poder sin importar que el país se caiga a pedazos.

Ajuste de cuentas - Nueva forma en la que se debate y alcanzan soluciones funcionales en el país.

Violencia - Ambiente diario al que nos han acostumbrado quienes se dicen «representantes del pueblo», mientras se dan una vida palaciega que, ni es representativa del pueblo, ni merecen.

Colmo - Que en Chilpancingo, pobladores de Ayahualtempa tengan que armar con fusiles a niños. Bajo la óptica de cualquier partido. Con la filiación que sea.

Crímen organizado - Enfermedad social que existe mientras el gobierno permita que exista.

Cártel - Nuevo poder y a quien le tocan todos los abrazos.

Cobro de piso - Innovadora forma administrativa, pagable en una exhibición, libre de impuestos y con el permiso de todo mundo.

Mafia - Espejo de la representación teatral en curso.

Autocrítica – Misterio que por decreto, deberá seguir inexplorado y camuflado.

Pueblo bueno – Una de dos: beneficiarios directos del erario público —convenientemente dispuesto en despensas, becas, embajadas o dádivas inmerecidas— o ingenuos que piensan que dividiendo al país se corrige el pasado sin cuestionar los efectos de una polarización como la que nos están aplicando, sin considerar los valores de una vida en paz y disfrutable en México.

Balazos - Realidad a la que nos hemos de acostumbrar en todo el país —de Chihuahua a Chiapas, pasando por Guerrero— ante una situación que ya se fue de las manos, pero que por las mañanas se ha de chacotear.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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