Algunos cambios astrológicos, configuraciones del calendario maya, numerología cabalística y tradicional, y prácticamente todas las propuestas de comprensión de sabiduría espiritual apuntan a que este año será uno muy importante para comenzar a concretar asuntos y deseos que hemos tenido en el tintero por muchos años o tal vez décadas.
De igual forma, los pendientes que han estado abiertos han comenzado a cerrarse, ya sea de manera consciente o porque, simplemente, su tiempo llegó. Las verdades más profundas han comenzado a salir a la luz, individual y colectivamente, con el propósito de que se caigan las máscaras que nos hemos construido y que ocultan al Ser.
También ya estamos en un momento crítico en el que no hay mucho tiempo para la preparación, sino para ¡dar el salto! ¿A qué? A salir de la zona de trauma y miedo, a dejar atrás las cadenas de creencias negativas y limitantes, a cerrar etapas de sufrimiento, a poner límites sanos, a aprender a decir NO, a aprender a decir SÍ, sin culpas, a aprender a recibir, a dejar de ser nuestro más grande enemigo, a ser nuestra propia medicina, a regalarnos el momento, el tiempo y el espacio para elegir lo que nos haga dichosos, lo que nos sume, lo que nos haga magnificentes, lo que nos haga brillar, lo que nos enaltezca y lo que nos haga felices.
Suena fácil y suena demasiado bueno, pero recuerde que al final, todo, absolutamente todo, es una creencia, y cada manifestación que tenemos en nuestra realidad, se corresponde con una creencia que mantenemos en nuestros códigos de información. Esto nos mueve del área eterna de victimización para tomar acción, lo cual ¡es libertad total! Pues entonces aquello que pensamos que es imposible para nosotros por algún obstáculo externo, se derrite para convertirse en la elección que podemos tomar para movernos a donde queremos.
Es un gran momento para no quedarse atorados en el pasado, para avanzar y no retroceder “ni para tomar vuelo”. Es un gran tiempo para atreverse a pesar del miedo, y más, si lo hemos estado pensando años, ¡para hacerlo YA! Pues el Universo parece ser que está apoyando significativamente todos los cambios positivos.
Nótelo usted mismo: a quienes se han decidido a salir de la famosa zona cómoda, quienes han tenido la fortaleza de continuar a pesar de las heridas, quienes han elegido aprender, quienes han tomado su vida con las dos manos para cabalgar hacia sus sueños, quienes no se han vuelto conformistas y personajes secundarios en su propia historia, sabiendo que las equivocaciones son parte del gran acierto de vivir y seguir caminando, se les han presentado nuevas oportunidades, nuevos horizontes, nuevas relaciones, y muchos recursos con los cuales el Universo está sosteniéndoles para que continúen.
Y por el contrario, quienes se han quedado sin hacer nada, sin querer, sin si quiera intentarlo, como un regalo de la vida que nos ama, se les han presentado pruebas bastante complicadas ¡para despertar! Pongamos de nuestra parte para fluir con estos tiempos y, le aseguro, que cuando no queda en uno, el Universo nos hace saber de mil formas, que está totalmente de nuestra parte.