Opinión

Tendencias para las nuevas ciudades

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. Foto: (Especial) (Blue Planet Studio - stock.adobe)

El mundo ha cambiado drásticamente en los últimos años. Tan sólo en la última década, por ejemplo, se han producido revoluciones tecnológicas sin precedentes. El avance de la inteligencia artificial en numerosas áreas de la vida (incluyendo la educación y el trabajo), la nube o almacenamiento de datos, que nos ha permitido eficientar la toma de decisiones; el open source o código abierto, que ha reducido costos en la producción de software y la seguridad cibernética, son solo algunas de éstas.

Pues bien, en lo que se refiere a reordenamiento territorial y diseño de las ciudades, los avances también han sido sorprendentes. De hecho, existen tendencias que llevan años en ciudades de primer mundo como Singapur, Zurich en Suiza, Taipéi y Helsinki en Finlandia; por citar algunas. Me refiero al impulso de las ciudades inteligentes, de las zonas azules y de los espacios multiusos; que elevan sustancialmente la calidad de vida de las personas al considerar sus necesidades y adaptarse, precisamente, a esos avances tecnológicos.

En nuestro país muchas de esas tendencias apenas están siendo incorporadas por empresas constructoras y gobiernos locales. Las zonas multiusos son una de éstas. Pero otras, como el concepto de las zonas azules que distingue a ciudades como Okinawa en Japón o Ikaria en Grecia, son un completo enigma.

Estas zonas, que han permitido elevar la esperanza de vida de las personas, se distinguen por estar pensadas en promover la vida saludable y pacífica de las personas. Desde espacios cien por ciento transitables para los peatones y alta concentración de áreas verdes, hasta el control estricto de los agentes contaminantes y la inclusión de aspectos culturales (gastronómicos) que abonen a una vida plena.

Y es que mientras en muchas ciudades del mundo la calidad de vida de las personas apunta hacia abajo, aquellas ciudades que han privilegiado el desarrollo de las personas y que han incorporado los avances tecnológicos a su diseño, apuntan hacia el lado contrario. La inteligencia artificial y la integración de la mega data, por ejemplo, han dado pie a las ciudades inteligentes, cuya principal característica es la eficiencia de su infraestructura (movilidad, transporte público, áreas WiFi, sustentabilidad, etcétera.

El tema no es menor. En la Ciudad de México, uno de los principales retos hacia los próximos años es precisamente el reordenamiento territorial y la integración de los diferentes polos. Si bien durante la administración de Claudia Sheinbaum se avanzó a pasos agigantados en este terreno, la planeación histórica de nuestra ciudad pocas veces privilegió los aspectos positivos para el desarrollo pleno de las y los capitalinos. Algunas alcaldías, por cierto, poco han hecho al respecto.

Con sus más de 9 millones de habitantes, la Ciudad de México es una de las más pobladas del planeta y mayor proyección de crecimiento hacia los próximos años. En pleno año 2024, muchas familias capitalinas enfrentan la ausencia de servicios básicos, el hacinamiento, la falta de seguridad y/o espacios verdes, etcétera. Si a ello añadimos el alto costo, que según la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) ronda en 1.7 millones de pesos (aunque lo anterior varía de acuerdo a la zona); un lugar accesible para vivir se vuelve prácticamente imposible.

Avanzar hacia ciudades asequibles, amables y ad hoc a los tiempos que vivimos, con las revoluciones tecnológicas que están ocurriendo desde hace años en todo el mundo, es una responsabilidad impostergable. Urge hacer política pública urbanística de altura, para entrarle de fondo a los retos que vendrán los próximos años.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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