Cualquier escalada de violencia debe generar preocupación porque estamos enfocados en reducir la criminalidad y los actos deleznables que atentan contra la tranquilidad y la paz social, ya que el objetivo de esos ataques es precisamente lastimar la democracia impidiendo que las y los mexicanos salgan a ejercer su derecho de sufragio en condiciones seguras, de tal manera que todos los esfuerzos del Estado mexicano ya están enfocados en prevenir y sancionar este tipo de actos.
Desde luego, cuando se trata de servidores públicos que hacen su trabajo y se esfuerzan por tener un vínculo con la ciudadanía se convierte en un foco importante por la relevancia de su cargo y porque se trata de una figura de autoridad, sin embargo, tanto esos como cualquier otro ataque en contra de la población debe ser investigado y sancionado.
Respecto a candidatas y candidatos que lamentablemente han perdido la vida, no podemos pasar por alto el hecho de que el mensaje que deben llevar es el de unidad y propuestas, de tal manera que esos atentados son lamentables por el simple hecho de arrebatarle la vida a una persona y, al mismo tiempo, porque pareciera que se quiere amedrentar a quienes en el ámbito democrático tienen una idea de cambio y mejora en las condiciones de vida.
Como ha pasado con las candidatas y el candidato presidencial en el caso del gobierno federal en el que se les ha dado protección por parte de las fuerzas armadas y la Guardia Nacional, los estados y municipios deberán trabajar de forma conjunta, sin distingos de partidos y en aras de mantener o recuperar la tranquilidad, a fin de establecer estrategias de seguridad con las policías estatales y municipales, incluso, pidiendo auxilio de las fuerzas federales para resguardar la integridad de quienes buscan un cargo público.
Bajo ninguna circunstancia debemos permitir que este proceso electoral se empañe por intereses criminales y es por ello que en un acto de civilidad y cultura política, el pueblo de México deberá darse cita en las casillas electorales para ejercer su derecho, fortalecer la democracia y para que, de forma indubitable, se manifieste el deseo de las y los mexicanos en quiénes quieren que los gobiernen durante el periodo respectivo. Somos más los que queremos paz y somos más los que seguiremos fortaleciendo la democracia.