Para México y para el mundo vienen acontecimientos de gran trascendencia, porque todo lo que ha estado ocurriendo es como la ebullición de una gran temperatura, así como cuando el cuerpo se enferma y la fiebre es un síntoma de que los anticuerpos están trabajando arduamente. Pero de nosotros, del despertar humano, depende mucho el ritmo que tomen los acontecimientos.
Recordemos que somos esencialmente energía, y que el mundo físico se manifiesta por medio de la vibración de las moléculas, que son como el eslabón entre lo no manifiesto y lo visible. Estas moléculas son primordialmente sonido, ¡frecuencia! Hay mediciones muy precisas de cómo es que la raíz cuadrada del 1% de la población de una ciudad, de un país, o del mundo entero, vibrando con el mayor #EfectoPositivo posible, por ejemplo ¡es capaz de menguar la delincuencia! Con lo que se comprueba que pueden afectar la frecuencia de toda esa población.
Cuando tantas conciencias se enfocan en algo específico, especialmente si es con intenciones de bien y de buena voluntad, se logra un enorme beneficio. Nuestro corazón es una antena que capta cuando un lugar o una persona tienen “buena vibra”, porque esto no se ve, sino que se siente, y también el corazón es un gran amplificador de frecuencias.
Este próximo domingo es un día de enfoque para nuestro país, porque millones de personas estaremos acudiendo a las urnas a ejercer nuestro grandioso derecho a ELEGIR, y, con esto, tenemos una oportunidad de oro para pensar, sentir, decir y actuar en bien y en lo más elevado de nosotros. No sólo acudamos a votar, sino que hagámoslo con una intención de unidad, de un país mejor, de todo lo que queremos y deseamos para México y sus habitantes, ¡con esa fe en que nos puede, debe, y tiene que ir bien, mucho mejor!
Acudamos con un corazón abierto, activo, profundamente vibrante y conectado, sintonizado con el creador, Dios, la Fuente, como usted le quiera llamar: ¡no atraemos lo que pensamos sino cómo vibramos! Conéctese con su esencia, con su autenticidad, donde radica su sabiduría y su intuición, y fluya con lo mejor de usted. Esto ayudará enormemente a que contribuyamos con una vibración superior y a que se pueda generar el ambiente de armonía y neutralidad que tanto necesitamos.
Conectémonos elevando una plegaria por un territorio en el que se vuelvan a despertar las virtudes de todo lo bueno y bello que nos ha definido, de dar frutos de logro, brillo y orgullo en cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas, en cada uno de los seres de buena voluntad que quieren paz, alegría, realización, expansión, y lo mejor de la vida, para sí y para los demás.
Cuando hemos tenido que enfrentar grandes tragedias lo hemos hecho juntos, con la nobleza de espíritu que nos ha sacado adelante de manera ejemplar, y ahora no será la excepción. Con el poder de nuestro corazón podemos hacer que lo más glorioso, prodigioso y esplendoroso surja con toda su fuerza en México.