El cabildeo verde olivo. Por motivos que sólo la alta jerarquía militar conoce, la profusión de trascendidos y filtraciones desde círculos cercanos a la Secretaría de la Defensa, sobre el eventual sucesor del general Luis Cresencio Sandoval, omite que al menos hasta donde se conoce, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, no ha tenido una reunión personal con el titular de las fuerzas armadas para analizar este tema, aunque representantes suyos sí han desarrollado encuentros informales. Hay que recordar que en las semanas previas al arranque del gobierno López Obrador, dos cercanos operadores suyos, Marcelo Ebrard y Julio Scherer Ibarra, entrevistaron a algunos prospectos, pero las cosas se aterrizaron hasta que el entonces presidente electo se apersonó con los jefes militares, encabezados por el general Salvador Cienfuegos, y les dio a conocer su decisión, que resultó a todos una sorpresa. Se diría que ahora mi general Sandoval no quiere sustos. ¿En verdad están listos para tener una comandanta suprema?
Claudia da señales sobre el Congreso. Dos directrices centrales parecen haber surgido ayer de la reunión de Claudia Sheinbaum con los diputados federales y senadores electos. La primera: La determinación de elegir bajo voto popular a jueces, magistrados y ministros no es una parte de la llamada reforma judicial, sino la parte esencial. Al salir del encuentro, el diputado electo, Ricardo Monreal, y el senador también electo Marcelo Ebrard, dieron declaraciones “de banqueta” y consideraron difícil enmendarle la plana a Palacio en esta materia en particular. La segunda: la doctora Sheinbaum pareció tirar “línea” sobre la necesidad de que los exaspirantes a la candidatura presidencial que ella llevó a feliz término sean considerados para posiciones importantes en el nuevo Congreso. Eso pareció la bendición para que el citado Monreal reciba la coordinación de su bancada en San Lázaro -ya ayer comenzó a circular una carta con adhesiones- y que el polémico Adán Agusto López sea trepado a la coordinación en la cámara alta.
¿Ramírez Cuéllar al gabinete? El también nuevo diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar, uno de los principales operadores durante la campaña de Claudia Sheinbaum, como enlace con empresarios, dirigentes obreros y organizaciones sociales, podría estar apenas unas semanas en San Lázaro, para de ahí brincar a un puesto en el futuro gabinete que tendrá la tarea de construir la 4T bis.
Gómez Urrutia se victimiza. El dirigente del sindicato minero, que nunca laboró en una mina pues heredó de su padre el cargo, ha dedicada las semanas recientes a presentarse como víctima en un nuevo ciclo de jaloneos con el magnate de los minerales, Germán Larrea, cuya riqueza descomunal seguramente ha sido apuntalada por el resultado de abusos contra sus trabajadores -como en Pasta de Conchos- y el medio ambiente -como en Sonora. Pero esta historia no se puede entender completa sin la apatía cómplice y la colaboración criminal del sindicato de Gómez Urrutia o de gobiernos estatales donde operan las plantas del Grupo México.