La Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resolvió que por lo menos en 11 mañaneras López Obrador cometió violencia política en razón de género en contra de Xóchitl Gálvez, excandidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México.
La infracción cometida por el inquilino de Palacio se actualiza con las expresiones en las que señala que la ex candidata obtuvo la candidatura por decisión de un grupo de personas con poder político que la designaron para utilizar su imagen como una mujer de pueblo y pretender, así, causar simpatía en el electorado.
Efectivamente, los comentarios formulados hacia la ex candidata por ser mujer e indígena afectaron sus derechos políticos. Reforzaron el estereotipo de inferioridad o dependencia para acceder a cargos públicos que la hicieron ver como si no fuera autónoma en sus decisiones. Desgraciadamente López Obrador no puede ser sancionado por ser el presidente de la República Mexicana así que no habrá consecuencias por lo que hizo. Solamente se le responsabilizará por haber cometido violencia política de género. La falta de castigo por su conducta antijurídica obviamente hace que haber violado la ley no le importe, al contrario, se burla de la situación y niega haberlo hecho. Su cinismo rebasa cualquier límite.
¡Esto debe de cambiar! Es la primera vez en la historia que un presidente es culpado por cometer este tipo de violencia. El inquilino pasará a la historia por sus ofensas y comentarios misóginos y por su dificultad para relacionarse con las mujeres.
Como ejemplo basta mencionar sus frecuentes descalificaciones a comunicadoras y la forma en que ha tratado a la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a quien ha atacado de diferentes formas para descalificarla.
La violencia política de género se refiere a todas aquellas acciones u omisiones dirigidas a una mujer por ser mujer, que tienen un impacto diferenciado en ellas o les afectan desproporcionadamente.
El objetivo o resultado de esta violencia es menoscabar o anular sus derechos político-electorales, incluyendo el ejercicio de un cargo público. Este tipo de violencia puede manifestarse de diversas formas como agresiones físicas, psicológicas, económicas, simbólicas o sexuales, con el propósito de impedir o restringir su acceso y participación en funciones públicas.
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Es fundamental combatir esta violencia para garantizar la igualdad sustantiva en la política y el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres. Al tiempo…
Detalles
En nuestro país el acceso a la justicia es un problema para prácticamente todos los mexicanos. Para colmo, el 15 de junio pasado entró en vigor la agresiva reforma a la Ley de Amparo promovida por morena a través de la cual, en caso de querer presentar un amparo en contra de una norma general por considerar que vulnera algún derecho humano colectivo como pueden ser la salud y la educación entre otros, el juez ya no podrá conceder la suspensión, esto implica un grave retroceso en la protección de los derechos humanos. ¡Terrible!