En medio de la crisis política y humanitaria sin precedentes que enfrenta Venezuela, la respuesta del gobierno mexicano ha sido una vez más, sumamente vergonzosa. Después de las fraudulentas elecciones del 28 de julio, y ante las manifestaciones pacíficas de ciudadanos que claramente no están de acuerdo con los resultados, el régimen de Maduro está demostrando nuevamente que su tiranía no tiene límites.
Está utilizando tácticas represivas como agresión física, tortura, censura, detenciones arbitrarias y manipulación del sistema judicial contra los manifestantes y la oposición. Todo esto ha creado un ambiente de miedo e impunidad, profundizando la crisis política y humanitaria en el país.
Ante lo que está sucediendo en Venezuela, el gobierno de López Obrador ha tenido nuevamente una postura tibia y poco comprometida con los principios de democracia y derechos humanos.
En lugar de condenar de manera firme el fraude electoral y la brutal represión contra los opositores, México ha optado por una actitud de “no intervención”, demostrando su nula intención de respetar los valores de justicia que México siempre ha defendido.
La indiferencia del inquilino de Palacio es, sin duda, una demostración de apoyo al régimen de Maduro. México ha perdido su lugar en el mundo como defensor de la democracia y la dignidad, quedándose en el lado equivocado de la historia.
La grave situación actual en Venezuela es una clara demostración de que, en México, la división de poderes y la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) son fundamentales para evitar que nuestro país termine en manos de la tiranía.
Separar el poder entre el presidente, el Congreso y los jueces es crucial para prevenir abusos y dictaduras. Proteger al INE asegura que México siga siendo una democracia. Al tiempo…
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DETALLES. María Corina Machado sigue luchando con firmeza y determinación a pesar de las amenazas y la represión que enfrenta. Su compromiso con Venezuela es inquebrantable y no se dará por vencida ante la adversidad.
Continúa alzando su voz en defensa de los derechos humanos, organizando movilizaciones y buscando apoyo internacional para lograr justicia. Su perseverancia y valentía son una fuente de esperanza e inspiración para muchos venezolanos que anhelan un futuro libre y democrático.