En su uso moderno, la palabra familia se refiere al conjunto de personas que tienen un vínculo de parentesco, ya sea por sangre, matrimonio, o adopción. En su contexto mayor, la familia es como un árbol por medio del cual emergemos a la vida. No quiere decir que la palabra siempre tenga una acepción positiva, pues depende de qué tipo de familia y qué condiciones de esta hayamos tenido que podríamos calificarla como buena o mala.
Sin embargo, en términos de conciencia, la familia se convierte en un espejo nítido de aquello que vinimos a tomar de la vida, y también a dar. Aunque nos cueste trabajo reconocerlo, principalmente en familia “lo que te choca te checa” es decir que es justo en el núcleo familiar en donde encontraremos los retos más complejos y los aprendizajes más grandes de nuestro paso por la Tierra. Pero también, y esto es lo más hermoso, encontraremos un caudal de posibilidades, pues recordemos que estamos en una realidad donde todo es dual, lo que quiere decir que entre mayor el reto, más grande es el chance del regalo que podemos recibir de sabiduría, conciencia y capacidad de perdón y amor. La clave para poder hacer de los desafíos con nuestros seres queridos llamados familia una vena de tomas de conciencia es dejar de juzgarlos. ¡Sí! Parece imposible, pero no lo es.
Es justo en aquello que nos cuesta más y que intentamos evadir, en donde se encuentra escondida la joya de crecimiento. Le recomiendo practicar lo siguiente: con quienes tenga problemas, haga una pausa, y en lugar de actuar en automático sacando la espada de los enjuiciamientos, pregúntese si quiere vivir de esta manera, lacerándose a usted antes a que a nadie y emprendiendo una batalla con los mismos resultados. Haga el ejercicio de evocar a esa persona en su estado más puro e inocente, pues, al ser familia, recordará algún tiempo y momento en el que la amargura, el resentimiento y el odio no estaban presentes en su relación. Véala más como lo que realmente es: esencia y no personalidad.
Contémplela como a un infante desamparado, sabiendo que, si aprendió a ser agresiva, desagradable, a reaccionar de maneras negativas, muy seguramente es porque no tuvo una forma más eficiente, consciente y madura para protegerse y responder a sus propios retos. Tenga presente que este ejercicio es principalmente para que usted se libere del resentimiento y pueda tomar el regalo escondido dentro del núcleo que a otro nivel de conciencia más expandido, usted eligió para venir a explorar esta vida en este cuerpo, con este ADN, y con este código llamado su familia. Sálgase de la prisión de verles como sus enemigos, sus cargas y sus espejos rotos, e intégrelos de una manera distinta como los actores más increíblemente buenos del universo, desempeñando el papel perfecto para que usted pudiera tomar la lección precisa como el obsequio más grande de crecimiento en su paso por la Tierra.
Y finalmente, ¡agradézcales por su papel inigualable! Abrace profundamente su aportación, y dispóngase a tomarla como el mejor entrenamiento para que ahora usted tenga oportunidad de convertirse en un medio generador de semilleros de seres humanos más conscientes, más dichosos y mucho más libres. ¡Gracias Familia!