El cafecito diario del negocio cercano al trabajo, el refresco, un snack, el viaje en taxi y no en transporte público, esa compra por impulso aunque no necesaria representan una merma al bolsillo detonante de estrés.
Frente a este tipo de hábitos de consumo, realizados la mayoría de las veces de manera casi natural, la educación financiera se vuelve una herramienta esencial para el bienestar individual y familiar.
En un mundo donde las finanzas personales son cada vez más complejas, comprender cómo gestionar el dinero de manera efectiva es fundamental para evitar el círculo vicioso del estrés financiero.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera 2023 del INEGI, en el país, el 60 por ciento padece estrés financiero, reflejado en la necesidad de pedir prestado, retrasos en el pago de servicios o el uso de la tarjeta de crédito para gastos diarios.
Desde 2021, en el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México hemos apoyado psicológicamente a más de 5 mil 500 personas por problemas emocionales relacionados con el bolsillo, como miedo, ansiedad o depresión.
Para conocer más sobre las finanzas personales, la Condusef realizará del 5 al 8 de septiembre la Semana Nacional de la Educación Financiera, en el Monumento a la Revolución.
Salir adelante en el día a día implica voluntad en la toma de acciones como la creación de un presupuesto claro y realista, el registro de todos los ingresos y gastos y la asignación de fondos para ahorros y emergencias.
PUBLICIDAD
Los imprevistos —problemas de salud, reparaciones del hogar o pérdida de empleo— pueden desestabilizar las finanzas si no se tiene un colchón económico. El uso del crédito es una realidad, pero es fundamental no endeudarse más allá de la capacidad de pago.
La educación financiera es clave, así como identificar y eludir los gastos hormiga.