Una rueda de la fortuna, así ha sido la vida y carrera de Isidro Chávez Espinoza, mejor conocido como Espinoza Paz, uno de los más grandes cantautores que ha dado el regional mexicano.
‘La Joya de Angostura’ como se hace llamar, no es de medias tintas, lo amas o lo odias por así decirlo. Perfeccionista sí, virtud que lo ha llevado a conseguir las metas que se forjó desde siempre, mismas que ha alcanzado ganándose un lugar en el género.
Traiciones y malos contratos han sido parte de su carrera, pero como buen necio que es, no se ha dejado vencer y sigue hoy por hoy siendo pieza clave del éxito de muchos.
Amarrarse con un contrato leonino a un personaje que lo congeló por años, fue el motivo que hizo a Espinoza salir de su país, ya que esa firma le impedía trabajar en México y Estados Unidos, así de fuerte fue ese episodio en su vida, Colombia le abrió las puertas y acompañado de un mariachi sobrevivió a la adversidad y siguió con su carrera como cantante.
La de compositor afortunadamente no se detuvo, es más, se hizo más fuerte dándole canciones como siempre a los grandes, y es que para quien no lo sepa, el es el responsable de los más grandes éxitos inéditos por ejemplo de Jenni Rivera entre los que están; “No llega el Olvido” e “Inolvidable” y qué decir de “Después de ti Quien” de La Adictiva, “Mi Olvido” de Banda MS, “Sobre Mis Pies” de La Arrolladora, “Seremos” de El Bebeto y un sinfín de hits con los que llenaríamos renglones y renglones.
A penas hace un par de años, Espi, regresó por todo lo alto ya libre de cuestiones legales y hasta viral se volvió con “La Mushasha Shula”, una letra y tonadita muy simple pero pegajosa, perfecta para él, a esto se sumaron presentaciones el año pasado, en lugares tan importantes como la Arena Ciudad de México o el Auditorio Telmex de Guadalajara, pero quedaba la espinita de volver al escenario del Auditorio Nacional y este jueves 26 de septiembre lo logró con un lleno total.
Pasaron catorce años para que ocurriera su gran regreso al Coloso de Reforma, y se logró, con un repertorio aún más fuerte, a punto de cumplir 43 años y con una evidente madurez en todos los sentidos, dominó de principio a fin las acciones dejando claro el potencial que aún tiene, y deberá llevar a más países de Latinoamérica.
Espinoza Paz tiene con qué y mucho más ahora, que ha puesto su carrera en manos de Alejandro Garza, quien fue parte importante de su despegue. El pichón ha vuelto al nido con un camino ya recorrido que le permitirá seguir escribiendo una de las historias más sobre salientes del regional mexicano, esa en la que está sumando el capítulo de su participación como juez de ‘La Academia’ otra experiencia que le viene bien a quien tiene hambre de seguir aprendiendo.