En Monterrey ya se sintió el apretón... y algunos no van a aguantar. Dicen que en la segunda reunión de gabinete, el alcalde Adrián de la Garza llegó con la llave inglesa en mano apretó tuercas. Tan fue así, que en cuestión de horas le tomó protesta a Aida Flores como nueva titular de la Dirección de Planeación, con la consigna clarita: vigilar los indicadores que, a siete meses de iniciado el gobierno, muchas dependencias no están ni cerca de cumplir.
¿La más señalada? La Secretaría de Desarrollo Urbano Sostenible, que carga con miles de quejas por temas de medio ambiente, basura y permisos de construcción. El caos es tal, que Rafael Eduardo Ramos de la Garza, diputado con licencia, ya anda en reuniones urgentes con varios directores, aunque oficialmente su secretaría —la de Participación Ciudadana— ni siquiera arranca hasta el 15 de mayo.
Las alarmas se encendieron y todo indica que el desorden interno y la falta de profesionalización política de algunos titulares ya está haciendo ruido en la calle. ¿Reestructura en puerta o solo fue jalón de orejas? Lo cierto es que la paciencia se está acabando.
Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, en medio de protestas y reclamos, perdió la paciencia y se fue con todo. Con el estilo que lo caracteriza, respondió a los cuestionamientos que recibió durante una asamblea sobre la reforma judicial con una andanada de frases cargadas de enojo y memoria selectiva: “¡El manejo perverso que han hecho, no se los reconozco ni se los acepto! ¡Porque lo que han hecho es una perversidad!”.
Pero eso fue solo el arranque, visiblemente molesto, sacó el expediente del pasado y empezó a lanzar dardos contra los gobiernos anteriores: “Y los mataron con Peña… y te callabas. Y los mataron con Calderón… y te callabas. ¡Bañaron en sangre al país… y te callabas!”.
El tono se fue intensificando, casi como en mitin, y terminó con un mensaje a quienes —según él— sí tienen autoridad moral. Al final ya no supimos si estaba hablando con alguien en particular o con su conciencia, pero lo cierto es que Noroña se fue a la yugular y dejó claro que no piensa quedarse callado ante las críticas.
Lilly Téllez, senadora panista, se mete a zona de prensa… ¡y se lleva un repasón! En pleno Senado, famosa por su tono altanero y su gusto por el show, cruzó la línea —literal— y se metió a la zona de reporteros, aparentemente para intimidar a una periodista de La Jornada.
La escena dejó a varios con cara de “¿y ahora qué?”, porque nadie esperaba semejante arranque... pero la reportera no se achicó. Con toda la calma del mundo —y mucho temple—, la periodista le respondió con firmeza, dejando claro que el micrófono no se suelta así nomás. La senadora no esperaba que alguien le hiciera frente en su propio juego.