Andrea Chávez, la reina del reflector (y del “yo, yo y después yo”). Dicen que en política hay que saber cuándo brillar… pero la senadora y suspirante a gobernadora de Chihuahua, quiere brillar todo el tiempo. Este fin de semana, mientras la presidenta visitaba la Sierra Tarahumara, Andrea no pudo resistirse y quiso robar cámara como fuera.
No solo se pegó al recorrido como estampita, sino que en redes empezó a postear a la menor provocación, y como si no fuera suficiente, aprovechó el trágico accidente del Buque Escuela Cuauhtémoc en Nueva York para lanzar su respectivo post.
Pero claro, todo girando en torno a ella y su imagen bien cuidada. Quienes la conocen ya lo dicen con resignación: es Andrea primero, Andrea después, y Andrea otra vez, con ese halo místico que le heredó su “pareja espiritual”, el español Abraham Mendieta. ¿Tendrá freno? ¿O ya está ensayando su eslogan de campaña en el espejo? Porque de aquí a 2027, vamos a ver más selfies que propuestas.
Suany Villar Camacho, hermana de la alcaldesa Circe Camacho, rompió con el PT y de paso con su propia hermana. Junto con el exfuncionario Maximino Corrales Ramos, se fue a Morena, denunciando traición, impunidad y violencia política desde adentro. Suany no se guardó nada: dijo que Circe “olvidó al pueblo” y la acusó de tener un gabinete impuesto “por dedazo”.
Incluso la responsabilizó públicamente si algo le llega a pasar. Todo esto a siete meses de las elecciones. ¿Casualidad? No lo parece. Ya con camiseta guinda, ambos fueron recibidos por Morena con discurso incluido sobre “lealtad al pueblo”. Pero lo que queda claro es que en Xochimilco ya no solo hay ruptura política... también familiar.