Celebramos el 24° Congreso de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) los días 4 y 5 de junio en Bogotá, Colombia, con la participación de delegados de más de 25 países y alrededor de 30 partidos políticos.
En este encuentro, tuve el honor de ser reelegida como Presidenta de la organización, asumiendo nuevamente la responsabilidad de liderar nuestros esfuerzos regionales. Esta confianza renovada representa un compromiso para redoblar nuestra lucha en defensa de la democracia, la libertad y los derechos humanos en el continente.
La dignidad humana, la justicia social, la solidaridad, el respeto a la institucionalidad y la búsqueda del bien común son los valores que nos unen y guían cada una de nuestras acciones colectivas.
Desde la ODCA hemos alzado la voz de forma contundente contra los regímenes autoritarios de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, denunciando sus violaciones sistemáticas a las libertades fundamentales.
Presentamos denuncias ante instancias internacionales –como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU)– para exponer la represión en Cuba, Nicaragua y Venezuela, condenando el secuestro de líderes opositores, los fraudes electorales y las inhabilitaciones políticas arbitrarias (como la impuesta a la líder opositora María Corina Machado en Venezuela).
Estas acciones fueron respaldadas por 243 legisladores de la región que se unieron al llamado de justicia ante la Corte Penal Internacional . Asimismo, expresamos nuestra profunda preocupación por el deterioro democrático en Bolivia, donde el gobierno del MAS ha perseguido a opositores y pretendido perpetuarse en el poder, como lo evidenció Evo Morales al intentar prolongar su mandato contraviniendo la voluntad popular.
No dejaremos de denunciar estos atropellos: la comunidad internacional debe saber lo que ocurre bajo estas dictaduras y solidarizarse con sus víctimas.
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En este nuevo capítulo al frente de la ODCA, reafirmo nuestro compromiso indeclinable de trabajar con firmeza, unidad y visión de futuro por una América Latina más libre, justa y próspera. Ni la represión de las dictaduras ni actos violentos como el perpetrado contra el senador Uribe lograrán desviarnos de nuestra misión.
Al contrario, nos impulsa la convicción de que debemos seguir alzando la voz –en todos los foros nacionales e internacionales– para denunciar los abusos, defender a quienes piensan distinto y promover la restauración de la democracia allí donde esté amenazada.
Con la fuerza de nuestros principios y el apoyo de millones de ciudadanos, no daremos ni un paso atrás en la defensa de la libertad y la dignidad en cada rincón de nuestro continente. Al tiempo…
DETALLES: Condeno firmemente el atentado contra el senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, ocurrido el 7 de junio de 2025 en Fontibón, Bogotá. El ataque, que lo dejó gravemente herido, representa una agresión contra la democracia.
Expresamos solidaridad con él, su familia y Colombia. La violencia no puede ser un medio de confrontación política; este hecho, lejos de intimidarnos, refuerza nuestro compromiso con la defensa de los valores democráticos.