Cuando se pierde el rumbo, se necesita liderazgo, claridad y verdad

Cuando se pierde el rumbo, se necesita liderazgo, claridad y verdad
Foto: Pixabay

Hoy, más que nunca, necesitamos líderes. No solo en la política, sino en la calle, en la empresa, en la escuela, en la oficina, en la casa. Vivimos una época donde se han perdido muchas certezas, donde las decisiones públicas parecen más una reacción que una estrategia, y donde millones de personas se sienten a la deriva. Pero cuando se pierde el rumbo, lo que realmente hace la diferencia no es gritar más fuerte: es liderar mejor.

El verdadero liderazgo no es una oficina ni un micrófono. Es una actitud. Es la capacidad de construir cuando otros destruyen. De unir cuando otros dividen.

¿Qué puedes hacer tú? Mucho más de lo que crees. Te doy ejemplos reales:

– Si eres maestro, lideras cada vez que enseñas con pasión y verdad! aunque te falten recursos. Así formas ciudadanos, no solo alumnos.

– Si eres comerciante o emprendedor, lideras cuando tratas con dignidad a tus empleados y das un servicio honesto y eficaz tus clientes.

– Si eres joven, lideras cuando eliges informarte, cuando cuestionas sin destruir, cuando te comprometes en lugar de solo criticar.

– Si eres padre, madre o abuelo, lideras cuando enseñas con el ejemplo, cuando formas en valores, cuando siembras esperanza en lugar de miedo.

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– Si estás en el gobierno o en una organización, lideras cuando tomas decisiones y sirves pensando en el bien común, no en la próxima elección o en solo cumplir con lo necesario.

Porque el país y el mundo se construye con millones de pequeñas acciones Positivas! no con falsas Promesas! El liderazgo que hoy urge no es el de la comunidad que no se rinde, que participa, que actúa!

Te Pido que Hoy y Siempre:

1. Infórmate y comparte con criterio. Cuestiona! No repitas rumores, comparte verdades.

2. Exige, pero también propón. La crítica sin propuesta es ruido.

3. Participa en Tu Círculo! Únete al comité de vecinos, ayuda a una causa, apoya en lo escolar.

4. Fomenta el respeto. No es normal agredir al que piensa distinto. Liderar también es poner límites a la violencia verbal.

5. Apoya lo que funciona. Hay iniciativas, servidores públicos, empresas y ciudadanos que sí están haciendo bien las cosas. Respáldalos, dales voz. Reconócelos!

Necesitamos volver a creer. Y para eso, primero hay que volver a actuar. No hay soluciones mágicas, pero sí hay rutas claras: fortalecer nuestras instituciones, formar líderes con valores, educar con humanidad, generar prosperidad con justicia y unirnos por encima de las diferencias.

El rumbo de una nación no lo marca una persona: lo marcan sus ciudadanos. Y cada uno de nosotros —desde donde estamos— puede y debe ser parte de ese liderazgo que transforma, que sirve y que deja huella.

Porque el país y mundo que queremos no se improvisa. Se lidera. Y ese liderazgo, ético, humano y eficaz, comienza hoy. Comienza contigo! Y MUCHO CUIDADO CON LOS MANIPULADORES Y FANÁTICOS FUNDAMENTALISTAS!

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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