Sufrimos para no sufrir
Jorge Forbes
Paradojas de la vida humana: muchas personas sueñan con la libertad, mientras reiteran —a veces, incluso dándose cuenta— las condiciones que les hacen perpetuar una cierta esclavitud (elegida) de la cual se quejarán diciendo que es insoportable.
Prisión elegida que, a menudo, que funciona como protección de algo más. ¿Qué será? ¿qué será? ¿qué será “eso” de lo cual alguien se protegería y elegiría someterse a algo, pero a un alto costo, para no ver/enfrentar dicha situación?
Si los humanos estamos, como decía Sartre, condenados irremediablemente a ser libres, el asunto de la libertad confronta a las vidas humanas a cada instante cuando podemos disponer de dos o más opciones para elegir: será que es mejor esta opción a la otra, será que me conviene más, vemos pros y contras…y un infinito de posibilidades, las cuales siempre se caracterizan, más o menos, por un cierto grado de incertidumbre.
Es decir, el hecho de no saber a ciencia cierta los resultados y efectos con anticipación –únicamente supuestos—de cada decisión, lo que hace, que sea necesaria la exploración, “echarse el clavado” para entonces, poder saber, durante y posteriormente, algo del recorrido de esa decisión.
Por otro lado, hay quienes, en un intento por pretender reducir el grado de incertidumbre al mínimo, deciden entregarle su vida a una programación ya estandarizada que supuestamente les otorgará todas las garantías de seguridad y entonces se abandonan a un patrón, sistema o simplemente a un hábito que, se cree, les permitirá vivir y dormir tranquilos; los hay desde principios religiosos, morales, disciplinarios, económicos, etc.
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Cada uno de ellos, si se le explora a detalle, se puede advertir que son incompletos, es decir, parciales y relativos, no disponen de la totalidad, por lo tanto, poseen un cierto grado de incertidumbre, por más esperanza idealizada que alguien les deposite…” el qué no se supone que todo iba a estar bien”, que siempre encontrará un límite en aquello que escapa a la planeación y comprensión, un horizonte de imposibilidad ante la cual siempre se puede responder de maneras más creativas.
*El autor es psicoanalista, traductor y profesor universitario. Instagram: @camilo_e_ramirez