Opinión

La gran oportunidad del conocimiento abierto

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Foto: (Especial)

Nunca antes en la historia de la humanidad habíamos tenido acceso a tanta información como ahora. Lo que en otros tiempos estuvo reservado para unos pocos iniciados, hoy se encuentra al alcance de cualquiera que tenga la curiosidad de buscar: enseñanzas espirituales, reflexiones filosóficas, prácticas de meditación, descubrimientos sobre la mente y el universo.

Lo que antes se consideraba secreto o “conocimiento oculto”, ahora se despliega en la palma de su mano a través de un teléfono, una computadora o un libro digital. Esto, sin duda, representa una gran oportunidad.

Es como si se hubiera abierto una biblioteca universal, una puerta hacia saberes que nos permiten entender más de nosotros mismos, de los demás y de la vida. Usted puede aprender técnicas de respiración que en el pasado eran celosamente guardadas por monjes en lugares lejanos, puede leer textos sagrados que antes eran inaccesibles para las mayorías, puede escuchar las enseñanzas de maestros espirituales de culturas distintas a la suya sin tener que viajar.

Este acceso, que antes parecía un privilegio de unos pocos, hoy es un regalo para toda la humanidad. Por supuesto que también hay un riesgo. Así como circulan enseñanzas valiosas, también aparecen voces improvisadas, personas que predican sin practicar, o incluso quienes buscan lucrar con la necesidad humana de respuestas.

La misma abundancia de información puede confundir, porque junto a lo verdadero convive lo falso, y a veces no es sencillo distinguirlo. No siempre es claro qué es auténtico y qué no, por eso se dice que estamos frente a un arma de dos filos.

Por un lado, la oportunidad de crecer; por otro, el riesgo de perderse en un mar de confusiones. Pero ahí radica precisamente la invitación de este tiempo: a cultivar su discernimiento. Usted tiene la capacidad de observar, de reflexionar, de poner a prueba lo que escucha y lo que lee. La sabiduría no se mide sólo por acumular datos, sino por la práctica constante y el cambio interior que esos conocimientos despiertan.

Si usted logra usar las tecnologías de la información con equilibrio, sin dejarse llevar por la prisa ni por las promesas fáciles, se abre un horizonte inmenso. Puede aprender nuevas habilidades que enriquezcan su vida, puede encontrar herramientas que fortalezcan su mente y su corazón, y también puede descubrir caminos que le ayuden a despertar su divinidad interior, esa chispa sagrada que cada ser humano llevamos dentro, que puede encontrar en estos tiempos un terreno fértil para florecer.

La llamada era de la información también es una enorme puerta al crecimiento de nuestro Ser. Con apertura y con inteligencia, tenemos al alcance el enorme poder del conocimiento para mejorar nuestras vidas en todos los sentidos, y para expandir nuestra conciencia. Esta Era, sin duda, representa una emocionante invitación a cultivar lo mejor de cada uno con llaves específicas para abrir esas puertas.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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