Estamos viviendo meses especiales, aunque a simple vista parezcan regulares. Al levantar la mirada hacia el cielo, desde las culturas de todos los tiempos hasta nuestros días hemos encontrado señales, movimientos y ciclos que tienen que ver con nuestra vida interior. Los antiguos egipcios, los mayas, los griegos y tantas civilizaciones que nos precedieron observaron que lo que ocurre en las estrellas refleja también lo que sucede en el interior del ser humano. Bajo esa misma ley universal que dice “como es adentro es afuera y como es arriba es abajo”, cada evento astronómico y astrológico es también un recordatorio de que usted es parte de un tejido mayor, donde nada está desconectado. En este 2025, septiembre ha traído consigo momentos que, más allá de supersticiones o determinismos, invitan a la consciencia. El día 9 del 9 en un año que también suma 9 resuena con una frecuencia de culminación y cierre de ciclos. El número 9 ha sido interpretado como símbolo de madurez, sabiduría y trascendencia. No es casual que muchas tradiciones lo vean como el punto en que algo concluye para abrir espacio a lo nuevo. Si usted lo mira desde dentro, quizá encuentre en estos días una invitación a soltar cargas, agradecer lo vivido y disponerse a un nuevo capítulo de su historia personal. El próximo 27 de septiembre vibra en coordenadas muy similares. Entre la numerología y los alineamientos cósmicos, se percibe un eco que insiste en la importancia de hacer pausas, reconocer lo aprendido y redirigir la atención hacia lo esencial. No se trata de pensar que los astros “deciden” por usted, sino de comprender que estos movimientos celestes son espejos y referencias, mapas simbólicos que pueden ayudarle a enfocar mejor su energía, siempre desde la libertad de su elección. Recuerde que la realidad que usted experimenta está compuesta en un 99% de espacio vacío. La materia es apenas una fracción, lo demás es vibración y energía en constante movimiento. Por eso, mientras más se enfoque en su interior, en lo que nace auténticamente de su corazón, más sintonizará con la corriente positiva de estos momentos. No se trata de buscar fuera, sino de permitir que la energía cósmica encuentre dentro de usted un canal limpio, consciente y creativo. Estos meses son, pues, una oportunidad para observar, reflexionar y actuar con mayor claridad. Así como los ancestros leyeron en los cielos la historia de sus pueblos, hoy usted puede leer en su propia vida las señales que le muestran hacia dónde dirigir su atención. No hay fanatismos ni supersticiones en esto, sólo un llamado a vivir con más presencia, con más coherencia y con la certeza de que lo que ocurre en lo alto también tiene un eco en su mundo interior, y viceversa.

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