Arturo Ávila, diputado federal, y la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, fueron retratados no en una oficina ni en un mitin… sino en plena playa, en plan familiar. La imagen, según cuentan, trae sello de cámara profesional: nada de celularazo, más bien lente largo, como los que suele usar el servicio secreto para no ser vistos. Y ojo, no se aprecian signos de Photoshop: iluminación pareja, sombras consistentes, texturas limpias. La fecha marcada: 14 de septiembre de 2025, justo en vísperas del Grito. Y claro, ya hay quien dice que estas reuniones “casuales” podrían ser algo más que vacaciones. ¿Será pura convivencia familiar o hay acuerdos políticos que se cocinan lejosde la Ciudad de México? Como dicen en los pasillos: en política, hasta las vacaciones cuentan.
Genaro Lozano ya voló a Roma para estrenar su chamba como embajador. Pero ojo al detalle: nada de primera clase, porque en la 4T, eso de gastar de más no está bien visto. Así que él, su esposo y hasta las mascotas se treparon en turista… eso sí, con boletos que costaron más de tres mil 800 dólares por cabeza —más de 70 mil pesos— en el vuelo directo a la capital italiana. Un dineral disfrazado de austeridad. Y mientras Genaro aterrizaba con toda la ilusión, la premier italiana Giorgia Meloni soltaba un mensaje dándole flores a Vox, el partido de ultraderecha español. Vamos a ver cómo se acomoda el nuevo embajador mexicano en ese escenario, porque entre la sonrisa diplomática y la ideología, seguro habrá más de un roce. Como dicen en la política: puedes volar en turista, pero los problemas siempre van en primera clase.