Opinión

Bienvenida temporada otoñal

FOTO: Eleazar Narciso/Agencia Enfoque
EQUINOCCIO En ese momento exacto, el Sol cruzará el ecuador celeste desde el norte hacia el sur. Esto marca el fin del verano astronómico y el inicio del otoño.

El 22 de septiembre de 2025, seremos testigos de un momento muy especial: el equinoccio de otoño, momento cósmico de equilibrio entre luz y oscuridad. En el hemisferio norte, ese instante ocurrirá a las en la Ciudad de México a las 12:20 de mediodía. En ese momento exacto, el Sol cruzará el ecuador celeste desde el norte hacia el sur. Esto marca el fin del verano astronómico y el inicio del otoño para nosotros.

De acuerdo a la astrología, con el otoño se abre una época de balance interno: la luz del día empieza a descender, y la oscuridad gana terreno. Usted puede sentir ese tironeo entre lo que fue (el estío, lo activo, lo externo) y lo que vendrá (la introspección, lo recogido). Inicia la “temporada de Libra” en sentido simbólico, donde los temas de justicia interna, relaciones, armonía, cooperación y belleza comienzan a tener mayor peso.

El equinoccio invita a sopesar lo justo y lo injusto, lo que nutre y lo que drena. Es un buen momento para soltar lo que ya no sirve: aquellas actitudes, relaciones, hábitos o expectativas que pertenecen al verano interior o externo, que han cumplido su ciclo, para dar paso al recogimiento, al descanso, al florecimiento interno durante la parte oscura del año.

También florece la capacidad de introspección, de conexión emocional más profunda, de apertura al misterio, al sentir lo sutil que se oculta tras lo evidente.

Desde el enfoque de la Geometría Sagrada, al otoño le corresponde la facultad de dar y recibir emocionalmente mediante valores como el perdón, la generosidad, la alegría, la fe o el misticismo. Está asociado al sentido del gusto o la forma en la que “saboreamos” la vida emocional.

Los signos de agua Cáncer, Escorpio, Piscis se conectan con lo emocional, lo intuitivo, y el fluir interno. En el otoño podemos comenzar prácticas de meditación con mucha facilidad, hacer actividades artísticas como pintar, redecorar, escribir. También es muy propicio para limpiar espacios, física y energéticamente.

Este equinoccio será un buen tiempo para reunirse en familia o con su “tribu” —ya sea de sangre o de afinidades— para conmemorar lo vivido, agradecer lo bueno, compartir lo difícil, pero siempre con reconocimiento mutuo.

En todo el mundo durante este tiempo se honra a quienes han trascendido: ancestros, amigos/amigas que ya no están, y también puede aplicar a partes de usted que se han ido, despedir con conciencia y gratitud a sus viejas identidades.

Esto es un gesto sagrado que ayuda a sanar emociones y poder abrir el corazón con honestidad. No se trata de debilidades, sino de reconocer lo humano: penas, nostalgias, pérdidas, pero también alegrías. Nos encontramos en el umbral de una estación melancólica pero fecunda.

El otoño no es sólo ese ocaso de lo visible; es una invitación al silencio interior, al arraigo, al reconocimiento de raíces, al sentir profundo. Establezca la proporción y el propósito de cada situación en su vida. Que este equinoccio le sirva para alinear su interior con los ciclos del cosmos, honrar lo que fue, agradecer lo que es y abrirse a lo que está por venir, con fe, con amor, con apertura al misterio y al poder sanador y creativo de su interior. Bienvenido nostálgico pero feliz otoño.

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