Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, no se anda con medias tintas: reconoció, con toda humildad, que figura en Buró de Crédito, un detalle que muchos no conocían y que, al parecer, le hizo tomar cartas en el asunto. Por eso se dio a la tarea de impulsar la ley contra los cargos automáticos y recurrentes de bancos y plataformas digitales, buscando que los usuarios tengan mayor control sobre sus finanzas y no terminen pagando por servicios que ni siquiera recuerdan haber contratado. El coordinador de los diputados de Morena fue el artífice de esta iniciativa y, como suele pasar con sus proyectos estrella, logró que se aprobara en fast track, es decir, sin demasiadas vueltas ni debates prolongados. Lo curioso es que mientras muchos critican los cargos recurrentes como un abuso silencioso de las instituciones financieras, Monreal se posiciona como el defensor del usuario promedio.
Clara Brugada, jefa de Gobierno de CDMX, salió con una petición que levantó cejas: pidió dinero a los capitalinos para apoyar a las víctimas de la explosión de la pipa de gas en Iztapalapa. Y los críticos no tardaron en decir: “o alguien quiere clavarse una lana, o el gobierno está arruinado”. Sin embargo, Ana María Lomelí, su coordinadora de comunicación, aclaró que en ningún momento se pidió dinero. La mandataria anunció un comité de solidaridad integrado por ONU, UNAM, Cruz Roja, sociedad civil, empresarios y personalidades, cuyo objetivo es administrar donaciones de manera segura, evitando fraudes y aprovechados. Entre rumores y aclaraciones, la polémica dejó claro que, mientras algunos cuestionan la capacidad del gobierno, otros celebran que exista un mecanismo formal para canalizar la ayuda a las víctimas.