Opinión

Con la reforma a la Ley de Amparo se elimina la defensa frente a los abusos del poder.

El problema es que el concepto es ambiguo y puede usarse como excusa para rechazar casos incómodos para el gobierno

Poder Judicial.
Poder Judicial. /Cortesía.

El recurso de amparo siempre ha sido el escudo de los mexicanos frente a los abusos del poder. Gracias a él, cualquier ciudadano puede defenderse cuando una autoridad actúa de manera arbitraria. Hoy ese derecho está en riesgo pues el régimen morenista impulsa una reforma que amenaza con cerrar la puerta a quienes más necesitan justicia.

La propuesta busca que para presentar un amparo se deba demostrar “interés legítimo”. En apariencia parece una medida técnica pero en realidad es un candado que limitaría el acceso de miles de personas a esta herramienta. El problema es que el concepto es ambiguo y puede usarse como excusa para rechazar casos incómodos para el gobierno. En un país donde la corrupción, la desigualdad y la impunidad son parte de la vida diaria, restringir el amparo es debilitar al ciudadano y fortalecer al régimen.

Morena siempre ha prometido transparencia y justicia pero hace todo lo contrario. La reforma no amplía derechos, los reduce. No protege a los más vulnerables, los expone. El gobierno quiere que creamos que se trata de ajustes legales menores cuando en realidad es una estrategia para que menos ciudadanos puedan cuestionar sus decisiones. Organizaciones civiles ya advirtieron que con este cambio se debilitan las garantías constitucionales y se deja a la sociedad con menos herramientas para frenar abusos.

Sin un amparo fuerte las personas pierden la mejor ruta para detener arbitrariedades y exigir respeto a la Constitución. Limitar el amparo significa debilitar la democracia, callar las voces críticas y dejar al ciudadano sin defensas frente a un Estado que ya concentra demasiado poder.

Está en juego la libertad de millones de mexicanos para exigir justicia. México necesita más contrapesos y no menos. Necesita instituciones fuertes, no atadas a la voluntad de un régimen que habla de cambio mientras recorta derechos. Al tiempo…

DETALLES. La extradición de Hernán Bermúdez, exsecretario de Seguridad de Tabasco vinculado a La Barredora, muestra la corrupción y complicidad dentro del gobierno mexicano. Que un funcionario encargado de combatir el crimen haya podido operar impunemente hasta ser capturado en Paraguay refleja un fracaso absoluto del sistema de justicia. Exijamos transparencia, justicia real y cero impunidad.

Mariana Gómez del Campo, Secretaria de Asuntos Internacionales del CEN del PAN y Presidenta de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).

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