Opinión

Rodrigo Paz y el fin del socialismo en Bolivia

Rodrigo Paz, presidente electo de Bolivia
Rodrigo Paz, presidente electo de Bolivia

Bolivia acaba de dar un giro histórico. Tras casi veinte años de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), el país eligió a Rodrigo Paz como su nuevo presidente. Esta elección refleja el hartazgo de una sociedad cansada de promesas incumplidas, la inflación y un modelo político que dejó de ofrecer respuestas reales a las necesidades de la gente.

Durante años, el MAS nacionalizó recursos y levantó un discurso de soberanía que tuvo su momento de gloria. Sin embargo, el tiempo y la realidad económica fueron debilitando esa fórmula. La población empezó a percibir que el Estado controlaba mucho, pero resolvía poco. En ese escenario, Rodrigo Paz apareció con un mensaje distinto, centrado en el diálogo, la eficiencia y la apertura económica con sentido social.

Su campaña se caracterizó por un tono sereno, sin ataques personales y con propuestas concretas. Supo unir a sectores que rara vez coinciden; empresarios, jóvenes, profesionales, comunidades rurales y una clase media que buscaba estabilidad sin renunciar a la justicia social encontraron en él un punto de encuentro.

Su victoria cambia el rumbo de Bolivia y reconfigura también el panorama político de América del Sur. Durante años, Bolivia fue visto como un bastión del socialismo latinoamericano. Con Paz al frente, el país se alinea con una nueva corriente de gobiernos más moderados, que buscan combinar crecimiento con inclusión.

Un ejemplo claro de este cambio es su decisión de no invitar a los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela a su toma de posesión, señalando que se trata de regímenes no democráticos, lo que reafirma su compromiso con una política exterior firme basada en la democracia y los valores institucionales. Al mismo tiempo, Paz ha dejado claro que no busca borrar lo que funcionó, sino corregir lo que dejó de hacerlo.

Bolivia atraviesa una etapa complicada, con una economía golpeada por la escasez de divisas, los subsidios costosos y una deuda que limita el presupuesto público. En este contexto, Paz asume la presidencia con una visión distinta, que apuesta por el consenso y la cooperación como base del gobierno. Con el respaldo del Partido Demócrata Cristiano, representa una nueva generación de liderazgo que busca unir en lugar de dividir y poner el diálogo por encima de la imposición.

En este nuevo capítulo para Bolivia, es justo reconocer también el papel de Tuto Quiroga, quien, con altura democrática, contribuyó al fortalecimiento del debate y al respeto entre las fuerzas políticas. Al tiempo…

DETALLES. El envío de petróleo mexicano a Cuba es un insulto a la dignidad nacional y a millones de mexicanos que enfrentan carencias. No es solidaridad, es complicidad con una dictadura que oprime y censura. Mientras México sufre escasez, el gobierno decide financiar al régimen cubano con recursos públicos. Este acto no representa a los mexicanos, sino a un poder que prefiere alimentar ideologías fracasadas antes que garantizar la calidad de vida en casa.

Mariana Gómez del Campo, Secretaria de Asuntos Internacionales del CEN del PAN y Presidenta de la Organización Demócrata Cristiana de América(ODCA).

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