Opinión

Caos aéreo refleja la frágil relación entre México y Estados Unidos.

AIFA México
AIFA México

La semana pasada, el régimen morenista sufrió un golpe diplomático y operativo de gran magnitud cuando el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) revocó la aprobación de 13 rutas de aerolíneas mexicanas, suspendió los vuelos combinados de pasajeros y carga desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) hacia Estados Unidos y frenó la expansión de operaciones desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en respuesta a incumplimientos del acuerdo bilateral de transporte aéreo.

La decisión, anunciada el 28 de octubre de 2025, inédita en años recientes, responde a que México incumplió disposiciones del Acuerdo Bilateral de Transporte Aéreo de 2015 al restringir durante años rutas y operaciones de aerolíneas estadounidenses, lo que afecta la competencia justa y el equilibrio del convenio. Esta medida refleja la creciente desconfianza del gobierno estadounidense hacia la administración mexicana y sus decisiones, y constituye una sanción directa al sector aéreo del país.

El AIFA, presentado como símbolo del “nuevo México”, se ha convertido en un foco de sospechas. Se desconoce con claridad su verdadero uso estratégico y los motivos de los frecuentes vuelos hacia países como Cuba y Venezuela. ¿Qué tipo de acuerdos o fines se esconden detrás de esos movimientos? Nadie lo explica con claridad, y el silencio de las autoridades solo alimenta las dudas.

Lejos de asumir responsabilidades, las autoridades reaccionaron con su habitual retórica de victimización, denunciando presuntas injusticias externas mientras ignoran su propio incumplimiento de acuerdos internacionales. La respuesta fue lenta, improvisada y carente de cualquier plan real para defender los intereses nacionales.


Las consecuencias resultan alarmantes, con menos conectividad internacional, pérdidas para las aerolíneas mexicanas, empleos en riesgo y una reputación dañada frente a nuestros principales socios. Pero, sobre todo, se encienden las alertas internacionales ante un país sin rumbo y con prioridades opacas.

En lugar de proteger la soberanía y fortalecer la confianza internacional, se ha convertido al espacio aéreo mexicano en un terreno de improvisación y desconfianza. México no puede seguir siendo rehén de decisiones que responden más a intereses políticos y personales que al bien de la nación. El AIFA, impuesto como emblema del poder presidencial, hoy simboliza la falta de transparencia, la desconfianza internacional y el aislamiento diplomático que México enfrenta bajo esta administración. Al tiempo…

DETALLES. Es terrible el cobarde asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan Michoacán. Resulta inconcebible que, pese a sus reiteradas peticiones de ayuda, el régimen morenista no hizo nada. ¡Lo dejaron solo! La violencia y la impunidad avanzan mientras que el narcogobierno sigue penetrando en cada rincón del país. ¿Hasta cuándo lo vamos a permitir? No basta con exigir justicia.

Mariana Gómez del Campo, Secretaria de Asuntos Internacionales del CEN del PAN y Presidenta de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).

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