La seguridad financiera no puede depender de la intuición ni de improvisar con efectivo a último momento y esta es idea, en temporada de aguinaldo, pone a prueba la verdadera capacidad de proteger el ingreso.
Los datos duros indican progreso. Este año, el robo a personas en espacio público, tanto en la calle como en el transporte, registra una disminución del 16 por ciento respecto al periodo enero-octubre del 2024. De 7 mil 070 se pasó a 5 mil 939.
En las líneas de atención del C5 —089 para denuncia anónima, 9-1-1 en casos de emergencia o 55 5036 3301 contra la extorsión y fraude— cada día en promedio recibimos 16 reportes por tentativas o robos consumados a transeúntes, la mayor parte en trayectos cotidianos: la salida del cajero, la esquina, el camino al transporte público. Es ahí donde la Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, mueve el eje de la prevención con el reforzamiento de patrullajes, más cámaras de videovigilancia y un enfoque territorial de la seguridad.
Sin embargo, la defensa del bolsillo también pasa por la tecnología y la corresponsabilidad ciudadana. La nueva frontera de protección no está en una cartera más gruesa, sino en un teléfono más inteligente.
La banca móvil dejó de ser una comodidad para convertirse en el primer cinturón digital de seguridad. Cualquier persona puede transformar su smartphone en una bóveda personal si activa las herramientas como las alertas de gasto en tiempo real, notificaciones de movimientos inusuales, límites de transferencia y la posibilidad de bloquear tarjetas en segundos ante cualquier sospecha. La autenticación multifactorial —huella, rostro, token dinámico— es otra forma de blindaje
Estos mecanismos son parte de la vida cotidiana y requieren una cultura digital disciplinada. No adoptar capas de seguridad deja una puerta entreabierta.
Un segundo punto crítico sigue siendo el cajero automático. El riesgo no desaparece, pero se controla. Seleccionar cajeros en establecimientos comerciales, evitar horarios nocturnos, revisar la ranura para detectar skimmers— dispositivos para robar información de tarjetas— y cubrir el NIP son actos mínimos de autoprotección.
El aguinaldo no tiene por qué estar bajo el colchón.
@guerrerochipres

