¿Cuántas veces hemos visto en la televisión historias desgarradoras de personas que caen en las garras de las adicciones? Alcohol, cocaína, sexo… la lista puede ser interminable. Pero más allá de la pantalla, la mayoría conocemos a alguien que ha sucumbido a este mundo tan letal.Gente que ha perdido empleos, bienes, amistades e incluso a su familia —que para mí es lo más importante—.
Y se preguntarán: ¿por qué les digo todo esto? Les cuento que lo anterior viene a colación por una puesta en escena que realmente está dando de qué hablar: “Personas, lugares y cosas”, presentada en el Foro Lucerna del Teatro Milán.
Para empezar, es una drama-comedia sumamente divertida, pero también profundamente cruda. Su protagonista es Emma, actriz de teatro apasionada por la fiesta. Ese estilo de vida la arrastra a lo más hondo de las adicciones, aunque ella se niega a reconocerlo, viviendo en una fuga constante de su propia realidad.
Cuando sus problemas comienzan a afectar su trabajo, toca fondo y decide internarse en una clínica de rehabilitación. Ahí comienza todo. Emma convive con personas que enfrentan distintos tipos de dependencia, y sus historias nos tocan el alma de una manera sorprendente. Eso, supongo, es lo que la directora Paula Zelaya Cervantes quiso destacar al montar el texto de Duncan Macmillan.
Emma es interpretada por Ana González Bello, a quien ya había visto en trabajos excepcionales, pero aquí se lució. ¡Se la bañó!, como dirían mis amigos regios. Qué tamaño para encarnar a una mujer rota, y no solo por su afición a los barbitúricos y al alcohol, sino por lo que la llevó a necesitarlos. Mis respetos para ella: cargar con ese peso emocional no es nada sencillo. Es un gusto ver a actores que se entregan con disciplina y pasión a este oficio.
Por supuesto, esa entrega crece cuando hay compañeros que saben retroalimentar en escena. Tal es el caso de Lisa Owen, una primera actriz extraordinaria. Es la aliada perfecta para lograr réplicas precisas; además, interpreta varios personajes, lo que la hace aún más fascinante. Verla en escena es un verdadero deleite.
También es un agasajo ver a Alejandro Morales, quien maneja el histrionismo con una riqueza impresionante, dando matices que en cualquier momento pueden sorprender con un giro inesperado. Completan el elenco Luis Eduardo Yee, Juan Carlos Medellín, Lilia Navarro, Marcos Radosh, Samantha Coronel, Rodrigo Olguín, Michel Santré, Marco Gatica y Mon de Monarca.
Todos ellos fortalecen la obra y la llevan a un nivel que nos permite comprender cómo abordar, entender o acompañar a alguien que vive este padecimiento.
Las adicciones son una realidad triste, pero para eso sirve el teatro: para ser un espejo que muestra lo que existe allá afuera. A veces su reflejo nos alcanza; otras, nos revela realidades más crudas que superan a la vida misma.
Como mencioné antes, la obra se presenta los lunes en el Foro Lucerna hasta el 12 de enero. No pierdan la oportunidad de ver buen teatro. Los invito a sugerirme, comentarme y recomendarme lo que les gusta. Mis redes sociales: Twitter @Tinajas e Instagram @tinajas75. Nos vemos la próxima semana.