¿Qué ha sido de mí estos meses?, ¿qué aún necesita afinarse, ajustarse, reconfigurarse? Esta época en la antesala del invierno para nosotros, y del cierre del 2025, ofrece un espacio perfecto para observar con ojos tranquilos aquello que aún pide atención. ¿Qué me falta para acercarme a una vida más plena, más luminosa, más genuinamente mía? Es fácil creer que este mes se trata de cerrar asuntos, cumplir metas, gastar, comprar, acumular, tachar listas interminables. Sin embargo, si usted se concede un respiro, notará algo distinto: esta etapa puede ser, sobre todo, un recordatorio de que la plenitud proviene de su propia consciencia. De disfrutar, desde lo más profundo, quién es usted, qué hace y cómo lo hace. Y es, justamente, en este punto donde resuena una frase que ha acompañado a la humanidad durante siglos, pronunciada por uno de los mayores referentes del amor y la conciencia: Jesús el Cristo, —que desafortunadamente sólo en estas fechas intentamos recordar y reconectar— “lo demás vendrá por añadidura”. Entendiendo a “lo demás” como todo aquello de nuestras vidas que se ordena por sí solo cuando el centro de la vida está bien.
Todo cuenta y todo forma parte de esta experiencia terrenal. Pero el camino hacia esa plenitud no empieza fuera, sino dentro. Requiere de ese rewiring: una atención consciente que nos permita darnos no solo más cosas, sino cosas mejores. Elecciones más armoniosas, más alineadas, más fieles a lo que cada uno de nosotros verdaderamente es. Este mes puede convertirse en un laboratorio personal en el que usted revise con calma, cada una de sus esferas de vida, fìsica, preguntándose qué necesita su cuerpo para sentirse más cuidado, mental, observando cuáles pensamientos le impulsan y cuáles le frenan, emocional, escuchando lo que aún pide ser sanado o acompañado, intelectual, notando qué aprendizajes quiere integrar o profundizar, material, ajustando su relación con lo que posee, lo que da y lo que recibe. Y, por encima de todo, su dimensión más auténtica de Ser, esa que a veces queda sepultada entre las prisas, los ruidos y las expectativas externas.
Ninguna de estas revisiones debe hacerse con prisa ni angustia. No hay obligación de convertirse en alguien diferente de la noche a la mañana. No hay presión por cumplir con un ideal ajeno. El verdadero proceso nace desde un lugar de paz profunda: desde esa voz interior que se puede escuchar más entre más apagamos un poco el ruido externo (sobre todo ahora con las redes sociales). La gran noticia es que usted no necesita cambios drásticos para sentirse más pleno. Necesita cambios conscientes. Necesita mirar con sinceridad qué le nutre y qué le vacía, qué le acerca a su verdad y qué lo aleja. Necesita recordar que cada pequeño ajuste es un acto de amor propio, un paso hacia una vida más coherente y más luminosa. Quizá en este cierre de 2025, pueda permitirse algo más: reconocer lo vivido con gratitud, incluso lo difícil. Agradecer los aprendizajes, las caídas, las sorpresas, las personas que se quedaron y las que tuvieron que irse. Agradecer que sigue aquí, con la capacidad de decidir, de recablear y de comenzar de nuevo.
Que esta primera semana del último mes sea un espacio para tomar del pasado todo lo mejor, y para impulsarsehacia adelante sin miedo. Que la llegada del invierno le encuentre a usted más presente, más en calma, más consciente de su propio brillo. Que tenga un espléndido comienzo de cierre del 2025, cubierto de amor, paz y luz.

