En los últimos veinte años, la movilidad en la Ciudad de México ha cambiado de manera significativa. El Metrobús fue un ambicioso proyecto que empezó con el objetivo de organizar el transporte sobre la avenida Insurgentes; hoy, resulta difícil imaginar los traslados sin este sistema. Otros grandes avances incluyen la Línea 12 del Metro, la red de Ecobici, las líneas de Cablebús y nuevas rutas de Trolebús con carriles exclusivos. Además, el cambio se ha dado desde una perspectiva de sustentabilidad, siendo el transporte eléctrico o híbrido el que más ha crecido.
La semana pasada hacíamos un recuento de algunas de las obras de agua más relevantes que se están construyendo de cara al Mundial 2026. Ahora, me gustaría detenerme en los proyectos de transporte, que sin duda tendrán un impacto duradero en el sur de la Ciudad de México.
De cara a un evento de la magnitud del que viviremos el próximo año, surge una pregunta fundamental: ¿cómo llegar al estadio? Las restricciones para el Mundial son claras: no se podrá llegar en coche particular. Por lo tanto, los asistentes deberán utilizar principalmente la red de transporte público de la Ciudad de México. Estas medidas obligan a pensar en la mejor manera de invertir los recursos de la ciudad.
En este sentido, se está reforzando la línea del tren ligero que va de Tasqueña a Xochimilco. El objetivo de esta inversión es reducir los tiempos de espera, atender la creciente demanda de ese trayecto y mejorar la seguridad de los usuarios. En total, se destinarán más de $2,300 millones de pesos para la adquisición de 17 nuevos trenes, la implementación de un sistema de regulación ferroviaria, y la remodelación de seis estaciones del tren ligero.

Una vez finalizadas las obras, que se prevé concluir a finales de marzo de 2026, la capacidad de la ruta aumentará para transportar hasta a 180,000 pasajeros adicionales al día; la inversión permitirá que el intervalo entre trenes sea de máximo tres minutos. Además, la estación “Huipulco”, donde se ubica el Estadio Banorte, contará con una nueva zona comercial y de servicios, así como conexión con la nueva línea 14 del trolebús, que enlazará el estadio con Ciudad Universitaria. Es decir, este circuito conectará las líneas 2 y 3 del Metro.
Más allá de estos beneficios directos, el proyecto favorecerá a una de las zonas turísticas clave de la capital: Xochimilco. Al facilitar la conexión hacia el sur, más visitantes nacionales y extranjeros podrán disfrutar de uno de los sitios patrimonio de la humanidad, donde es posible apreciar el funcionamiento del sistema de chinampas de la Gran Tenochtitlán.
Radar: La Ciudad de México emitió un bono verde por $3,000 MDP para financiar proyectos sustentables, entre ellos las líneas 5 y 6 del Cablebús que también beneficiarán al sur de la ciudad. Enhorabuena.

