¿Ya preparas el check list vacacional? ¿Cuentas los días para ese respiro esperado? ¿Crees tener todo bajo control? ¿Ya te preguntaste qué pasa con la casa dejada atrás?
Ese detalle, a veces relegado al último minuto o resuelto con doble pasador, puede marcar la diferencia entre un descanso pleno y un regreso con sobresaltos.
La protección del hogar no empieza cuando cerramos la puerta, comienza en las decisiones tomadas para anticipar riesgos. Este año, en el C5 hemos atendido 306 situaciones de robo a casa habitación, una disminución de 31 por ciento respecto al año pasado.
Es un avance sostenido durante el gobierno de Clara Brugada en la CDMX y muestra del funcionamiento de la prevención y corresponsabilidad de las personas y sus comunidades.
Para disfrutar el modo vacaciones, la primera línea de defensa está en el entorno inmediato. Avisar a una vecina o vecino de confianza, pedirles retiren publicidad acumulada o presten atención a cualquier ruido extraño es práctica poderosa. Esa vigilancia cotidiana crea un clima de cuidado inhibidor de quienes buscan casas vacías.
En la tecnología del hogar está la segunda capa de protección. Cámaras exteriores con acceso remoto permiten revisar el domicilio desde cualquier destino; sensores de apertura en puertas y ventanas dan alertas tempranas, y focos con temporizador crean la ilusión de movimiento cuando nadie está dentro. Herramientas clave para evitar que una vivienda luzca abandonada.
A esto se suma un principio que gana importancia en tiempos de hiperconectividad: la discreción digital. No publicar en redes sociales fechas de salida o itinerarios ni dejar señales visibles de un viaje largo son hábitos de protección. Aunque la tentación de compartir cada plan es grande, es mejor hacerlo al regresar.
Si algo te inquieta mientras estás fuera, los canales del C5 están disponibles 24/7: el 9-1-1 para emergencias, *765 SOS Mujeres, 089 para denuncia anónima y la Línea Antiextorsión 55 5036 3301.
@guerrerochipres