Marcelo Ebrard, secretario de Economía, salió a calmar las aguas sobre los nuevos aranceles a productos de China y Corea. Sí, habrá aumento en precios para ciertos artículos, pero según él, la jugada tiene un objetivo clarito: proteger a la industria mexicana y los empleos que genera. Ebrard puso el ejemplo directo: ¿qué pasaría con las armadoras o la siderurgia nacional si el mercado se inunda de productos chinos a precios imposibles de competir? Pues que truena medio sector. Y eso —dice— no lo va a permitir. ¿Que si esto es consejo de Trump? ¿Que si refleja la línea de Washington? Puede ser… o puede no ser. Lo que Ebrard sí dejó claro es que, según su diagnóstico, solo blindando las inversiones y deteniendo las “invasiones extranjeras” se mantiene vivo el músculo industrial del país. Así que mientras unos se preocupan por el costo, Ebrard se enfoca en el mensaje: primero México, luego México, y después… México.
Kenia López, Xóchitl Gálvez, Ricardo Anaya, Luis Donaldo Colosio, Santiago Creel, Mariana Gómez del Campo y y todo el club opositor traen los nervios de punta. La presidenta Sheinbaum confirmó que va con todo la Reforma Electoral, esa misma que elimina pluris y recorta el dinero a los partidos. Así que más de uno anda temblando: si la reforma pasa, se acaba el pase automático y también la chequera cómoda. Mientras tanto, Colosio Jr. sigue sin decidir qué ficha jugar: si buscar Sonora o tirarse por la Grande en 2030. Lo único claro es que, pase lo que pase… la política siempre da para vivir eternamente.