La urgencia es mala consejera y aliada del fraude. En diciembre se acelera el consumo y el miedo a quedar mal, a llegar con las manos vacías.
Ese nervio colectivo convierte a la Navidad en una temporada alta para comercios formales y para estafadores que saben leer el ánimo social. La compra de último momento es un fenómeno predecible de presión económica, expectativas sociales y decisiones financieras tomadas al límite.
Las compras navideñas de pánico no empiezan en la tienda ni en la app, empiezan en la cabeza. En ese punto aparece la promesa de soluciones rápidas: descuentos increíbles, créditos inmediatos, ofertas “solo por hoy”. No venden productos; venden alivio.
Ese es el terreno ideal para los fraudes financieros de temporada. Entre ellos, uno de los más agresivos y dañinos es el de los llamados montadeudas. Se presentan como financieras serias, con logotipos pulidos y discursos profesionales y para “liberar” el crédito solicitan una transferencia previa, una comisión adelantada o el acceso a datos personales sensibles.
La prevención, entonces, no puede limitarse a recomendaciones genéricas. El primer filtro es desconfiar de cualquier oferta que prometa dinero inmediato sin condiciones.
En el terreno de las compras digitales, la guardia alta pasa por reducir la exposición de datos. Ninguna tienda legítima solicita contraseñas, códigos de verificación o documentos por mensajes privados. Revisar opiniones reales, desconfiar de enlaces enviados por terceros y evitar descargas fuera de tiendas oficiales es higiene digital básica.
Activar la verificación en dos pasos en correos electrónicos, redes sociales y aplicaciones bancarias ya no es opcional. También conviene separar el impulso del pago: esperar unas horas antes de concretar una compra grande reduce errores costosos.
Si alguien es víctima de fraude o extorsión, denunciar importa. La denuncia anónima al 089 o la Línea Antiextorsión 55 5036 3301 están para cortar la cadena delictiva.
El mejor regalo de fin de año sigue siendo llegar a enero sin deudas impuestas ni fraudes envueltos en papel brillante.