Alejandro Moreno empezó a barajar cartas en Zacatecas. El dirigente nacional del PRI dejó claro que el tricolor no piensa regalar la gubernatura y, de paso, mandó un mensaje directo a los Monreal: en Zacatecas sí hay con quién competirles rumbo a 2027. Con el pecho inflado, Alejandro Moreno aseguró que el PRI sigue siendo la principal fuerza política en el estado, y no perdió oportunidad para destapar nombres que, según él, podrían dar la pelea. Entre ellos mencionó a la senadora Claudia Anaya, al alcalde de Fresnillo Javier Torres, y a Carlos Peña Badillo, actual dirigente estatal del partido. El mensaje tiene doble lectura. Por un lado, es un guiño interno para calmar ansias y alinear al priismo local; por el otro, es un aviso temprano a la familia Monreal, por si alguno anda pensando en volver a levantar la mano por la gubernatura. Todavía faltan años para 2027, pero en Zacatecas el juego ya arrancó. Y si algo dejó claro Alito es que, al menos en el discurso, el PRI no piensa ir de espectador
Eduardo Verástegui, aunque todavía falta un buen tramo, ya está pensando en 2030. No solo volvió a levantar la mano, sino que dejó claro que su intención es competir por segunda vez como candidato independiente, sin siglas y sin pedir permiso. El mensaje no fue técnico ni electoral, fue emocional. Habló de una “misión”, de no rendirse y de proteger “la vida de los miembros más pequeños de nuestra sociedad”, una frase que suena más a relanzamiento político que a reflexión personal. Porque cuando alguien en política dice que no se puede rendir… generalmente es porque ya decidió volver a intentarlo. Así empieza a colocarse otra vez en la conversación pública.
