El año que termina deja claro que la Ciudad de México vive un momento único. No es exagerado afirmar que 2025 consolidó a la capital como uno de los centros culturales, turísticos y deportivos más importantes del continente. Lo vimos en las calles, en los recintos, en los restaurantes y, sobre todo, en la energía de millones de personas que hicieron suya la ciudad.
En materia de espectáculos, la capital dio un salto definitivo. Conciertos como los de Shakira, Dua Lipa o Bad Bunnyno solo llenaron estadios: demostraron que la ciudad opera hoy con estándares internacionales, capaces de atraer públicos de toda América y del mundo entero, y de convertir cada evento en un encuentro que trasciende fronteras y conecta a millones de personas a través de la música, la cultura y la energía única de la Ciudad de México. La profesionalización de la industria del entretenimiento se refleja en la logística, la seguridad, la movilidad y la experiencia integral que hoy se ofrece tanto a artistas como a asistentes. Para quienes nos visitan, la experiencia es completa: desde la gastronomía y el clima privilegiado, hasta la oferta cultural y museística. La Ciudad de México se muestra en su máximo esplendor porque lo tiene todo: barrios vivos, alcaldías con identidad, museos de talla mundial y una riqueza humana que va más allá de cualquier algoritmo.

2025 también marcó un relanzamiento poderoso de nuestras tradiciones.La mega ofrenda lumínica sobre Paseo de la Reforma reunió a más de tres millones de personas y dejó una lección clara: los grandes espectáculos pueden ser gratuitos, accesibles y profundamente identitarios. La ciudad demostró que es posible innovar sin perder la esencia, y que la cultura es un derecho que se vive en comunidad.
En gastronomía, la capital continuó escalando posiciones. Con el segundo año de la Guía Michelin en México, más restaurantes fueron reconocidos y la cocina chilanga se proyectó como una de las más vibrantes del mundo. La guía se ha convertido en una referencia confiable para visitantes nacionales y extranjeros, al tiempo que impulsa a nuevos talentos que encuentran en la ciudad un espacio fértil para crecer.
El deporte tampoco se quedó atrás. Fórmula E, Fórmula 1, NBA, golf internacional, equitación, tenis, béisboly, por supuesto, el fútbol comunitario con el torneo Ollamaliztli, en el que participaron más de 7,500 niñas, niños y adolescentes, confirmaron que la ciudad es un punto de encuentro para todas las disciplinas. Desde los grandes eventos globales hasta las canchas de barrio, 2025 fue un año de movimiento, inclusión y orgullo deportivo.

Y ahora, con este impulso, llega 2026.
El próximo año será histórico. La Ciudad de México recibirá 5.5 millones de visitantes durante la Copa del Mundo, un reto que pocas ciudades en el planeta podrían asumir. Pero estaremos listos. La inversión de 7,500 millones de pesos en nueva infraestructura—que abarca movilidad, espacio público y servicios turísticos— prepara a la capital para recibir al mundo con la calidad y la calidezque nos caracterizan.
2025 nos recordó quiénes somos.2026 nos permitirá mostrarlo ante millones de ojos.
La ciudad está lista.Y lo mejor está por venir.
