Opinión

#PolíticaConfidencial: En México los expedientes no matan, pero pesan demasiado

Omar Felipe García
Omar Felipe García, juez del caso contra César Duarte

Omar Felipe García, juez del caso contra César Duarte, falleció con apenas 38 años. Fue hallado con un disparo en la cabeza en Hidalgo del Parral. El dato, por sí solo, ya es estremecedor. Pero en el mundo político nadie es ingenuo, y menos cuando se trata de un juez vinculado a uno de los expedientes más sensibles del país. Por eso, desde que se conoció la información, el nombre empezó a correr en pasillos, chats y conversaciones en voz baja. Oficialmente, no hay conclusiones. No hay responsables señalados. No hay hipótesis públicas. Solo hechos duros: un juez joven, un caso de alto perfil y una muerte que inevitablemente genera preguntas, aunque nadie se atreva —por ahora— a formularlas en voz alta.

José Ramón López Beltrán, hijo de AMLO, fue captado saliendo de una tienda de lujo en Houston, Texas. No se trató de cualquier local. Las cámaras lo mostraron saliendo de Loro Piana, donde los suéteres cuestan lo que una quincena… o varias. La escena bastó para que las redes hicieran lo suyo y revivieran viejos debates sobre congruencia, austeridad y estilo de vida. El detalle no pasó desapercibido porque, irónicamente, hasta Belinda —convertida en musa involuntaria de la 4T— dejó inmortalizada la marca en su canción Heterocromía, cuando lanzó la ya famosa línea: “¿Qué gatos son los que visten Loro Piana?” Y ahí es donde el chisme toma vuelo. Porque mientras el discurso oficial sigue hablando de sencillez y pueblo, las imágenes desde Houston cuentan otra historia, una que incomoda, especialmente a quienes defendieron durante años que los López Beltrán vivían “como cualquier ciudadano”. No es delito, no es ilegal, pero en política la congruencia también se mide en aparadores.

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