La vida en la naturaleza es más dura de lo que se podría imaginar por los documentales.
Si bien los acontecimientos que en ella se suscitan no tienen connotaciones necesariamente buenas o malas, solo es el ciclo de la vida siguiendo su curso, no hay duda de que la actividad humana ha permeado en el ecosistema terrestre.
Durante siglos, la utilización de combustibles fósiles y la obtención de materias primas han vuelto inviable la vida en ciertos hábitats alrededor del mundo.
De esta manera, diversas organizaciones se han puesto manos a la obra para mitigar las especies afectadas por este tipo de situaciones, como es el caso de SeaWorld Orlando, que se complace en dar la bienvenida a Ukiaq, una cría de morsa del Pacífico rescatada por Alaska SeaLife Center (ASLC).
El mamífero ártico ahora se encuentra al resguardo del parque acuático, en donde se quedará bajo el cuidado de los especialistas.
El heroico rescate
La cría, que fue encontrada huérfana y abandonada en las playas de Utqiagvik, Alaska, ha sido bautizada como Ukiaq, que se traduce como “otoño” en el idioma del pueblo Iñupiaq que vive en la zona del norte de Alaska donde fue encontrada por primera vez.
Uki como la llaman cariñosamente, lleva el espíritu de Alaska a Orlando, honrando la rica cultura y las tradiciones de los pueblos nativos de Alaska.
Después de recibir cuidados de rehabilitación que le salvaron la vida por parte de la ASLC y de que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS) la considerara como no apta para ser liberada, Uki llegó a su hogar de largo plazo, SeaWorld Orlando, el 18 de septiembre, con un peso aproximado de casi 100 kilogramos y lista para continuar con su cuidado.
Una nueva oportunidad
El complejo temático fue elegido como el nuevo hogar de Uki debido a la experiencia del personal con el cuidado de morsas, pues la manada que ya vive allí permite un mejor entorno de crianza para su cuidado y desarrollo general, además tienen una morsa hembra que es capaz de actuar como su madre sustituta.
La atención especializada que está recibiendo es parte del compromiso de hace muchos años del parque con el rescate y la rehabilitación de la vida silvestre.
Los especialistas en cuidado de animales que allí laboran están trabajando en estrecha colaboración con los veterinarios para garantizar que se sigan satisfaciendo las necesidades de Uki, incluido un plan de alimentación cuidadosamente elaborado y evaluaciones médicas continuas.
La joven morsa pasará tiempo aclimatándose a su nuevo entorno y recibiendo los cuidados necesarios las 24 horas del día para apoyar su crecimiento y bienestar.
A medida que se fortalece en su nuevo hogar, Uki desempeñará un papel esencial como embajadora de su especie, educando al público sobre los desafíos que enfrentan las morsas del Pacífico en la naturaleza.