El Día de las Madres es una fecha bastante especial para todos los mexicanos, así que pedí unos días de vacaciones para ir a visitar a la mía al puerto de Veracruz y asistir a un festejo que le organizaron otros hermanos por este motivo.
Mi primera idea fue tomar el autobús y lanzarme con mi familia: esposa y dos hijos universitarios, pero un amigo me aconsejó que mejor rentara un auto en una compañía llamada Enterprise Rent a Car donde le habían dado un muy buen servicio.
Tenía mis dudas porque me parecía que era algo muy caro, pero por ir a preguntar no perdía nada, si acaso un poco de tiempo, pero ahora puedo asegurar que es una de las mejores decisiones que he tomado. Aquí te cuento cómo me fue con mi primera renta de auto
¿Por qué rentar y no tomar autobús?
Éramos cuatro personas, así que el costo de los boletos redondos saliendo de la TAPO ya se acercaba peligrosamente al precio de rentar un coche. Pero más allá del tema económico, queríamos más libertad para movernos, parar donde quisiéramos y evitar terminales llenas de gente. Viajar en nuestro propio horario fue un lujo, saliendo a nuestro tiempo y evitando horas pico.
¿Y qué coche nos tocó?
Originalmente había reservado un Nissan Versa o un Volkswagen Virtus, pero al llegar a la sucursal me sorprendieron con un KIA K4 —un modelo de categoría superior— sin ningún cargo extra. Esto es parte de una estrategia que, según Michel, el amable joven que me atendió cuando fui a regresar la unidad a la sucursal que se ubica en Reforma 231 esquina con Río Amazonas, muy a menudo lo hace la compañía para ganarse la lealtad de los clientes y, honestamente, al menos conmigo, ya me engancharon para rentar nuevamente para el Día del Padre o cuando quiera darme una escapada en familia a algunas de las ciudades cercanas a la CDMX.
No conocía bien el KIA K4, pero apenas lo vi, supe que estaba frente a un sedán elegante, moderno y con alma de carretera. Por fuera, su diseño es limpio, aerodinámico y muy sobrio, con líneas que le dan ese look de coche premium sin ser pretencioso.
Por dentro, es otra historia: una enorme pantalla de infoentretenimiento, asientos comodísimos con soporte lumbar, cargadores USB-C, acabados con detalles metálicos y un sistema de sonido que hizo que cada playlist sonara como si estuviéramos en concierto. El aire acondicionado es potente (ideal para el clima costeño), y la cajuela... ¡enorme! Literal, cupieron cuatro maletas, diversas bolsas y aún así sobró espacio.
Además, los asistentes de manejo (como alerta de punto ciego, cámara de reversa y sensores de proximidad) hicieron el viaje mucho más seguro y relajado. Para alguien que usualmente se mueve en transporte público, conducir este coche, sin duda, es una experiencia segura y sin estrés.
¿Se gasta mucho en gasolina?
Uno de mis temores era el consumo de combustible, pero me llevé una grata sorpresa porque aún poniendo gasolina premium, gastamos 850 pesos de ida y 900 de regreso, aún con el aire acondicionado prendido y moviéndonos hacia varios puntos del puerto jarocho. Además, su autonomía de 630km es otro punto a favor porque aunque es un trayecto de 400 km aproximadamente, no tuvimos que preocuparnos por detenernos a llenar el tanque.
Ya en Veracruz, el auto nos permitió movernos sin preocuparnos por pedir taxi o esperar un coche de aplicación. Esto también es una gran ventaja porque anduvimos paseando a mamá a donde quiso ir: a la playa, al centro, a comer y hasta para llevarla al súper antes de regresarnos.
Rentar no es tan complicado (ni tan caro)
Quizás mucha gente piensa que rentar un auto es un lío o demasiado caro, pero la verdad es que no. Con Enterprise, todo fue súper claro: bastó con llevar mi INE, licencia de conducir, una tarjeta de crédito y leer bien el contrato. Nada más. Si haces la reserva con tiempo, puedes conseguir muy buenos precios y condiciones.
Mi consejo: no le tengas miedo a rentar un coche, especialmente si vas en grupo. Puede ser más barato, más práctico y definitivamente más cómodo y divertido que otras opciones, aún más si viajas con amigos, porque el gasto se divide. Además, con empresas como Enterprise Rent-A-Car, la atención es buena y los autos están en excelente estado.
¿Vale la pena?
La renta del auto nos dio algo que pocas cosas ofrecen: libertad, comodidad y control del viaje. No hubo prisa por llegar a una terminal. No hubo que esperar a nadie. Nos detuvimos donde quisimos a comer o comprar bebidas y golosinas, pusimos nuestra música, hicimos paradas espontáneas y hasta armamos sesiones de fotos al atardecer en la carretera.
Si estás pensando en lanzarte a un destino cercano con tus amigos, pareja o familia, anímate a rentar un coche. Con la opción adecuada, puede ser una experiencia memorable, a precio accesible y sin complicaciones. Y si tienes suerte, como yo, hasta te dan un upgrade inesperado que cambia por completo tu forma de viajar.