Todo el sabor del sur de Brasil ahora también podrás disfrutarlo en San Luis Potosí 134, colonia Roma, pues el restaurante Sal E Brasa inauguró su tercera sucursal en la Ciudad de México, para ofrecer su concepto rodizio a base de espadas y una enorme barra de ensaladas que harán de la hora de comer toda una celebración.

Este restaurante no es solo salir a comer: es entregarse a una experiencia generosa, rítmica y sin prisas, al más puro estilo brasileño, para degustar la picaña tradicional, filete, filete mignon, rib eye o trompo sirloin, entre más de las 20 opciones que ofrece en espadas.
“Esta apertura en la Roma es una evolución natural”, comenta Pedro Cotto, director general del Grupo. “Queríamos acercarnos a una zona que valora lo auténtico, pero que también exige calidad y narrativa.” El menú se conserva fiel al concepto original, con algunos guiños al interiorismo en tendencia en la zona y un servicio afinado al ritmo de la colonia.

La experiencia
La llegada a la colonia Roma representa también una nueva etapa para la marca, que busca consolidarse no sólo como restaurante, sino como una experiencia cultural brasileña en diálogo constante con el paladar chilango.
Desde la entrada, el ambiente transmite calidez. El salón es amplio, con buena iluminación y un ritmo sin parar de atención que no se detiene. Los meseros —siempre atentos y bien coordinados— son clave para que el flujo de alimentos sea constante y sin interrupciones.
Las bebidas también son un punto fuerte, como las caipiriñas generosamente servidas de refrescantes sabores como frutos rojos, mango o maracuyá, así como una buena selección de vinos para acompañar los cortes o las refrescantes cervezas de diversas marcas.
Comenzamos por la barra de ensaladas, que va mucho más allá de lo esperado: carne en su jugo, bisque de langosta, ostiones frescos en su concha, ceviches, aguachiles, embutidos artesanales, ensaladas variadas, frutas, postres y otros antojos que ya justifican por sí solos la visita.

Pero el fuerte de la casa llega después, con una selección de cortes servidos directamente a la mesa, en el que destacan además de los cortes, camarones a las brasas y pulpo también a las brasas que sorprende por su suavidad y el sabor delicioso con que es aderezado antes de ponerlo al fuego para finalmente servirlo al comensal.
El ritmo de servicio es uno de los mayores aciertos del lugar. Los cortes no dejan de llegar, cada uno servido con cortesía y conocimiento por parte del personal, quienes también se encargan de explicar cada especialidad.

Y como todo buen festín, de la barra seleccionamos, a manera de postre, plátanos fritos con crema y queso de Chiapas, que le da un toque acidito para redondear una combinación cálida y reconfortante que pone el broche de oro a la experiencia.
Sal E Brasa demuestra que el rodizio brasileño no solo es una forma de comer, sino una manera de compartir, celebrar y disfrutar sin restricciones. Ideal para grupos de amigos, reuniones familiares o cualquier ocasión en la que el apetito pida algo extraordinario.