Desde el corazón del Altiplano potosino, Mezcal Ancestral Patatús presentó su nueva imagen en una velada memorable celebrada en los Viñedos de Pozo de Luna.
Bajo una filosofía que honra el legado del mezcal y lo proyecta hacia nuevos horizontes, la marca apuesta por tres pilares que transforman por completo su experiencia sensorial y estética: diseño, graduación alcohólica y arte.

Un nuevo envase, misma alma
La emblemática bebida cambia su tradicional botella de vidrio por una de cerámica, moldeada con detalle y propósito. Esta elección no es casual: la cerámica, además de resaltar el carácter artesanal de Patatús, ofrece una conservación superior, manteniendo intactas las cualidades de este destilado ancestral.
Más fuerza, más expresión
Ahora con 42º de alcohol —dos más que su edición anterior—, el mezcal potencia su aroma, textura y sabor.
Esta nueva graduación permite una degustación más intensa y auténtica del agave salmiana, revelando con mayor claridad los matices ahumados, herbales y cítricos que lo caracterizan, equilibrados por un fondo dulce y ligeramente amargo.

El arte también se bebe
Como parte de esta edición especial, Mezcal Ancestral Patatús se presenta en una caja intervenida por la artista potosina Sylvia Torres Estrada, reconocida por su estilo figurativo-realista y con trayectoria internacional.
Su intervención convierte cada presentación en una pieza de colección, donde el arte plástico dialoga con el arte de destilar.

Una historia familiar que honra la tierra
Detrás de esta evolución hay una historia de pasión y respeto por las raíces. Fernando Escandón Treviño, junto con sus hijos, equipo administrativo y maestras y maestros mezcaleros de la Delegación de Bocas, ha trabajado por más de una década para conservar los procesos tradicionales de producción, siempre guiados por la ética del trabajo comunitario y el amor por el agave.
La nueva presentación de 750 ml incluye una botella de cerámica con tapón wixarika —detalle huichol que resalta la conexión con las culturas originarias—, el mezcal de 42º y la caja conmemorativa firmada por la artista.
Todo en una propuesta que celebra lo extraordinario de México en cada sorbo.