Gourmet

La nueva barra japonesa que busca conquistar con omakase de autor

Otto es el nuevo omakase de Urban Group, una barra japonesa íntima que ofrece producto de calidad y servicio personalizado

Restaurante Otto Omakase
En la carta destacan ingredientes como toro trufa, hamachi, kampachi, aleta azul, callo de hacha, erizo, wagyu y anguila, que son utilizados en nigiris, conos y otras preparaciones. (Cortesía)

En el primer piso de Casa Hotbook, en Lomas de Chapultepec, abrió sus puertas Otto, un espacio íntimo y sofisticado que rinde homenaje a la cocina japonesa a través de una experiencia omakase de alto nivel.

Con solo nueve asientos en su barra principal y un ambiente minimalista, este nuevo spot en la ciudad promete convertirse en el favorito de quienes buscan autenticidad, exclusividad y perfección en cada bocado.

Restaurante Otto Omakase
El lugar cuenta con una barra íntima de tan solo nueve asientos y un ambiente acogedor y personalizado. (Cortesía)

Detrás del proyecto está Urban Group, el grupo restaurantero responsable de conceptos como Tori Tori y Ladurée, que ahora apuesta por un formato más personalizado y de conexión directa entre el comensal y el Itamae, el maestro sushero a cargo de cada servicio.

Omakase en tres versiones: precisión, arte y temporada

Su propuesta gira en torno al ritual del omakase, una experiencia japonesa en la que el cliente se deja guiar por el chef, quien crea un menú basado en ingredientes frescos y de temporada. Aquí se ofrecen tres versiones:

Otto Omakase: experiencia completa de nueve tiempos y 23 momentos de sabor diseñados para disfrutarse en dos horas.

Nigiri Omakase: incluye una entrada, cinco nigiris y dos conos especiales.

Nigiri Omakase Derakussu: una entrada, seis nigiris y dos conos.

Restaurante Otto Omakase
Cada platillo refleja un profundo compromiso con la materia prima. (Cortesía)

Además de la barra principal, el espacio cuenta con cuatro mesas al aire libre donde se puede disfrutar el menú a la carta, ideal para quienes buscan algo más casual sin perder la calidad de la experiencia.

Ingredientes y respeto absoluto por el producto

Cada platillo es una obra en miniatura que respeta tanto la tradición japonesa como la calidad de sus insumos. Los ingredientes llegan frescos desde Japón, mediante un proveedor ubicado en Ensenada que transporta las piezas por vía aérea hasta la capital. Todo el producto nacional se selecciona bajo prácticas responsables y respetando las vedas.

Restaurante Otto Omakase
Entre los platillos que se pueden degustar están las entradas tradicionales como sopa miso, edamames, ensalada de alga y ostiones o distintos tipos de sashimi y conos. (Cortesía)

En el menú destacan verdaderas delicias como toro trufa, hamachi, kampachi, aleta azul, callo de hacha, erizo, wagyu y anguila, presentados en nigiris, conos y preparaciones tradicionales que buscan llevar al comensal a un viaje sensorial de técnica y sabor.

Sake, cocteles y maridajes a la altura

Para acompañar, el lugar ofrece una cuidadosa selección de sakes provenientes de regiones como Niigata, Yamaguchi, Hyogo, Fukuji e Iwata, además de vinos, cervezas, cocteles y un maridaje completo que incluye cinco copas de sake, un digestivo japonés y un coctel de autor.

En tiempos en que la comida japonesa se encuentra en auge, Otto llega como una propuesta que va más allá del lujo o la tendencia: es una celebración de los detalles, la temporalidad y el arte culinario japonés en su forma más pura y cercana.

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