El restaurante Botica nace de un viaje gastronómico por el mundo: una fusión creativa que combina el carácter vibrante de las salsas mexicanas, coreanas, chinas y peruanas, con la precisión, técnica y frescura de la cocina japonesa.

Cada platillo es una exploración cultural, donde ingredientes locales de calidad se preparan con el respeto y la pureza que definen la tradición japonesa, y se transforman con sabores intensos y profundos de Asia y América Latina.
Todo sucede dentro de un espacio único: una botica de los años 30s, recreada como un homenaje a una época donde la naturaleza y el conocimiento ancestral guiaban cada preparación. Frascos, fórmulas, ingredientes puros y detalles vintage evocan ese espíritu boticario —pero ahora al servicio del sabor.

Aquí, la cocina es alquimia. Cada salsa es una pócima; cada plato, una fórmula viva que cura, sorprende y conecta
La coctelería nace del mismo espíritu viajero y alquímico que da vida a la cocina: una exploración líquida guiada por la intuición, el conocimiento y los sabores del mundo.

Fruto del conocimiento y curiosidad de un mixólogo que ha estudiado sabores en busca de ingredientes, técnicas y rituales, cada cóctel se convierte en una experiencia sensorial donde lo botánico, lo ancestral y lo experimental se encuentran.

Aquí, los licores infusionados, los destilados artesanales y las mezclas hechas en casa se transforman en fórmulas que honran tanto la precisión como la intensidad de las culturas que los inspiran. Hay humo, hay acidez, hay dulzor y misterio. Todo medido con exactitud, como en una botica de los años 30s.
En esta barra, la coctelería es alquimia líquida. Cada bebida es una pócima creada para equilibrar, emocionar y contar historias.