Lego vuelve a sorprender a los fans de los videojuegos y del coleccionismo con el lanzamiento de una réplica del icónico Game Boy original, una consola que marcó a toda una generación durante los años 90.
El nuevo set, que forma parte de la línea de coleccionables de la marca, cuenta con 421 piezas y reproduce con gran detalle las dimensiones reales del dispositivo portátil: 14 cm de largo por 9 cm de ancho. A pesar de su realismo, se trata de un artículo decorativo, no funcional, ideal para exhibir en cualquier setup gamer.

Entre los detalles que más llaman la atención están sus botones A, B, START, SELECT, el dial de volumen, ajuste de contraste y la clásica ranura para cartuchos. Incluso incluye dos mini cartuchos inspirados en los legendarios juegos de The Legend of Zelda: Link’s Awakening y Super Mario Land, que pueden colocarse en una carátula intercambiable para personalizar la pantalla.
El Lego Game Boy tiene un precio de 1,499 pesos mexicanos y estará disponible en tiendas físicas, la tienda en línea Lego.com y algunos distribuidores seleccionados a partir del 1 de octubre de 2025. Sin embargo, la preventa inició el pasado 24 de julio, por lo que los fans ya pueden asegurar su copia con anticipación.
Con este lanzamiento, Lego rinde homenaje a una de las consolas más queridas por los gamers, y lo hace con una combinación perfecta entre nostalgia, diseño y precisión.

La consola portátil que revolucionó los videojuegos
El Game Boy fue lanzado por Nintendo el 21 de abril de 1989 en Japón y poco después en Estados Unidos y Europa. Fue creado por un equipo liderado por Gunpei Yokoi, un legendario ingeniero de Nintendo también responsable del Game & Watch y del diseño original del D-pad (cruceta de control).
Con un diseño compacto, cartuchos intercambiables y una batería de larga duración, el Game Boy marcó un antes y un después en la industria del entretenimiento portátil. Su éxito fue impulsado por títulos icónicos como Tetris, Super Mario Land, Pokémon Rojo y Azul, y The Legend of Zelda: Link’s Awakening.

A pesar de su pantalla monocromática y limitada potencia gráfica, el Game Boy vendió más de 118 millones de unidades (incluyendo el Game Boy Color), convirtiéndose en una de las consolas más exitosas de todos los tiempos.
El Game Boy no solo consolidó a Nintendo como líder del juego portátil, sino que también definió lo que significaba “jugar en cualquier lugar” para toda una generación.