Durante las vacaciones de verano es común que los niños alteren sus horarios de sueño, ello debido al uso prolongado de las pantallas, sin embargo, mantener una buena calidad del sueño es fundamental ya que el descanso influye directamente en el crecimiento, desarrollo cognitivo y estabilidad emocional.
Por ello, especialistas en el sueño resaltaron las horas ideales para el descanso de los niños y jóvenes, de ahí que lo recomendable sea entre 9 y 11 horas de sueño para los pequeños de 6 a 13 años de edad; y de 8 a 10 horas de descanso para los adolescentes.
Asimismo, la psicóloga especializada en medicina del sueño, Araceli Martínez advirtió a los padres de los niños y jóvenes que descuidar las horas de sueño, durante la temporada vacacional, podría dificultar la adaptación de los estudiantes en el regreso a clases.
“Acostarse y despertarse muy tarde puede generar un desfase en su reloj biológico, lo que se traduce en dificultad para concentrarse, irritabilidad y bajo rendimiento escolar al inicio del nuevo ciclo. Por eso, es recomendable establecer horarios graduales días antes del regreso, para que el ajuste no sea brusco ni genere estrés”, acotó.
¿Cómo conseguir que los niños duerman durante las vacaciones?
La especialista dio algunas estrategias que pueden ser muy útiles para que las niñas y los niños no sufran el regreso a clases:
- Dos o tres semanas antes de que terminen las vacaciones, reducir progresivamente la hora de despertar y, de la misma manera, adelantar la hora de ir a dormir (pueden ser 10 minutos cada día) para que el cambio no sea tan drástico los primeros días de clase.
- Prepara un ambiente relajante y armonioso antes de que los niños se vayan a la cama: sábanas limpias, luz tenue y el uso de aromaterapia son algunas opciones.
- Elimina el uso de pantallas y dispositivos electrónicos al menos media hora antes de ir a la cama, para que esto no genere una hiperactivación en su cerebro.
- Cuida su alimentación, antes de ir a dormir, evita alimentos con excesiva azúcar o muchas calorías. En cambio, ofréceles lácteos (inducen a la producción de melatonina, la hormona del sueño); pescados (ricos en omega 3 y vitamina D) o verduras de hoja verde (con magnesio y otros nutrientes que inducen a la relajación).
- Mantén comunicación con tus hijos respecto a las expectativas o temores que pueden tener con miras al próximo regreso a clases.
En tanto, la especialista en sueño, Araceli Martínez indicó que es importante identificar si el niño o adolescente está durmiendo bien, y el tiempo necesario, por lo que este se puede saber, si al despertar el este se siente cansado o inicia el día con buen ánimo.