Aplicarse insulina diariamente es una rutina esencial para millones de personas con diabetes. Sin embargo, inyectarse siempre en el mismo lugar puede provocar lipohipertrofia, una acumulación anormal de tejido graso bajo la piel que altera la absorción de la insulina y compromete el control de la glucosa.
¿Qué es la lipohipertrofia?
De acuerdo con Mariana Buss, PhD y gerente médica para embecta Latinoamérica, esta afección se manifiesta como un bulto o abultamiento inusual en las zonas de inyección, y suele pasar inadvertida hasta que está avanzada.
Entre las causas más comunes se encuentran la repetición de inyecciones en el mismo punto, el uso inadecuado de agujas y una técnica incorrecta. Esta se presenta aproximadamente en el 37% al 64% de los adultos con diabetes sometidos a terapia con insulina.

La lipohipertrofia no solo afecta la apariencia de la piel, sino que también puede aumentar el riesgo de hipoglucemias o hiperglucemias, causar molestias y dificultar la adherencia al tratamiento. Por ello, especialistas recomiendan que los médicos revisen periódicamente la piel de sus pacientes como parte de la evaluación rutinaria.
Cómo prevenirla
Rotar correctamente los sitios de inyección es la medida más efectiva. Esto implica alternar entre distintas zonas del cuerpo (abdomen, brazos, muslos y glúteos) y variar el punto específico dentro de cada área. Buss aconseja:
- Dividir la región en mitades o cuadrantes y rotarlos semanalmente.
- Mantener al menos 1 cm de distancia entre una inyección y otra.
- Seguir un patrón constante de rotación.
- Usar agujas y jeringas nuevas en cada aplicación.
- Optar por agujas ultrafinas y cortas.
- Evitar inyecciones en áreas con bultos, moretones o cicatrices.
“La correcta rotación de los sitios de inyección es un hábito simple, pero fundamental, para mejorar la eficacia del tratamiento y proteger la salud a largo plazo”, enfatiza la especialista.

En el manejo de la diabetes, además de una alimentación equilibrada, ejercicio regular y manejo emocional, la educación sobre la técnica de inyección forma parte del cuidado integral de la diabetes y ayuda a prevenir complicaciones cutáneas que pueden afectar el tratamiento.