La cerveza es una de las bebidas predilectas en todo el mundo, pero pocas veces nos detenemos a reflexionar sobre todo lo que hay detrás de ella.
Aunque en el mercado puedes encontrar una gran cantidad de etiquetas, es importante saber que no todas cumplen con los estándares adecuados. Por eso es necesario aprender a identificar cuáles son excelentes cervezas y cuáles no.
La buena noticia es que no necesitas ser un experto para apreciarlo. Basta con activar los sentidos, prestar atención a ciertos detalles y dejarte guiar por la experiencia.

Aquí te compartimos, junto a los expertos cerveceros de Heineken, una breve guía para quienes buscan disfrutar su cerveza con más intención, entendimiento y estilo.
Te presentamos seis pasos sencillos para catar una cerveza e identificar su calidad:
1. Obsérvala con atención
Una cerveza 100% pura malta debe tener un color brillante, limpio y uniforme, reflejo de la excelencia de sus ingredientes y de un proceso de elaboración riguroso. La espuma, por su parte, debe ser densa, cremosa y persistente.
La espuma es esa capa que, además de aportar una presentación impecable, cumple una función esencial: proteger el sabor, evitando que la cerveza se oxide al entrar en contacto con el aire.

2. Sírvela correctamente
Servir adecuadamente la cerveza mejora toda la experiencia. Usa un vaso frío (pero no congelado) y asegúrate de que esté a una temperatura ideal, entre 4 y 7°C.
Inclina el vaso mientras viertes la cerveza lentamente, y al final colócalo en posición vertical para formar una espuma de aproximadamente 2 cm.
Este paso libera los aromas, mantiene la carbonatación y realza tanto el sabor como el cuerpo de la bebida.
3. Percibe el aroma
Antes del primer sorbo, acércala a la nariz. Una cerveza bien elaborada ofrece un perfil aromático definido: puede tener sutiles notas frutales y herbales del lúpulo, con un fondo suave a malta.
Si percibes aromas metálicos o ácidos, probablemente no estés frente a una cerveza de calidad.

4. Prueba y siente el sabor
Una cerveza de calidad encuentra el equilibrio perfecto. No es ni demasiado amarga ni dulce.
Deberías percibir armonía entre las notas de malta y lúpulo, con un cuerpo suave y una sensación plena en boca. Si después del primer trago deseas otro, vas por buen camino.
5. Identifica el cuerpo
El cuerpo se refiere a la sensación de plenitud en boca. Las cervezas hechas con 100% malta suelen ofrecer más estructura y profundidad, mientras que las que usan adjuntos como arroz o maíz tienden a ser más ligeras.
Si buscas una experiencia más rica y satisfactoria, comienza por leer la etiqueta.
6. Busca consistencia
Una excelente cerveza sabe igual dondequiera que la pruebes, sin importar si la tomas en casa, en un bar o en otro país. Detrás de esa consistencia hay años de perfeccionamiento, procesos bien cuidados y mucha pasión.

La mejor manera de comprobarlo
Cada etapa del proceso de producción de este fermentado es crucial para conseguir una preparación de alta calidad que cumpla con todos los criterios necesarios para considerarse una buena cerveza.
Si quieres verificar cada uno de estos puntos, Heineken es una gran opción, pues esta elaborada con solo cuatro ingredientes: 100% malta, lúpulo, agua y una levadura exclusiva cultivada desde 1886.

Además, es fermentada lentamente durante 28 días mediante elaboración prolongada, esta cerveza ofrece un perfil brillante, aromático y balanceado.
Porque al final, disfrutar una cerveza va más allá de lo refrescante. Es reconocer su historia, su proceso y todo lo que la hace única.
Cuando logras identificar eso, ya no hay marcha atrás. Te conviertes en alguien que no solo bebe cerveza, sino que la aprecia con todos los sentidos.