Hoy en día, las marcas buscan mucho más que ofrecer un producto: quieren interactuar con sus consumidores y generar experiencias que realmente conecten con su estilo de vida. Tal es el caso de Knorr Suiza, que acaba de lanzar una campaña junto a El Malilla, combinando gastronomía, cultura urbana y tecnología de una manera poco convencional.
Gladys López Ojeda, gerente senior de marca en México, explica que la colaboración con el artista nació de un deseo de acercarse a las nuevas generaciones de forma auténtica y culturalmente relevante.

“El Malilla creció de la mano con Knorr, lo que nos permite tener una alianza genuina. Queremos demostrarle a los jóvenes que el sabor de siempre también puede ser parte de sus experiencias cotidianas”, señala.
La activación vive dentro de WhatsApp, donde la marca y el artista utilizan Inteligencia Artificial para ofrecer a los usuarios experiencias personalizadas: desde fotos en una cita romántica con El Malilla hasta recetas prácticas o mensajes de voz exclusivos.

“Queríamos que cada consumidor sintiera que vivía un momento personal con él. El reto fue lograr un nivel de calidad a la altura tanto de Malilla como de la marca”, agrega.
Esta campaña es la evolución natural de iniciativas anteriores, como aquella donde aparecieron las “suegras” del popular cantante. Ahora, la dinámica se trasladó a un formato digital con el que la interacción escala de manera masiva, alcanzando a más de 200 mil usuarios únicos. La idea es clara: democratizar el acceso a experiencias de marca y construir comunidad.
Más allá del entretenimiento, la estrategia también refuerza el ADN gastronómico de la marca. A través de recetas, tips de cocina y momentos culinarios, se mantiene presente en la vida diaria de los mexicanos, manteniendo un equilibrio entre lo lúdico y la tradición de estar en nueve de cada diez hogares.
“Nuestro papel es mantener vivo el sabor auténtico de la gastronomía mexicana, pero al mismo tiempo encontrar formas innovadoras de presentarlo a las nuevas generaciones”, concluye la ejecutiva.
En un entorno donde la cultura digital domina, se demuestra que la tradición y la innovación pueden convivir: la sazón de siempre con un toque urbano y tecnológico que conecta directamente con quienes están marcando las tendencias de consumo.