Cali, la tercera ciudad más poblada de Colombia, mejor conocida como “La capital mundial de la salsa”, sorprende desde el primer momento porque se abre al visitante con una hospitalidad que desarma.
La sonrisa de su gente es auténtica, sin reservas, y hace que uno se sienta parte de la vida caleña de inmediato.
Esa calidez humana, combinada con el verdor de sus calles, su amor por el baile y la frescura de los siete ríos que la recorren, convierte a la capital del Valle del Cauca en un destino que hay que proponerse visitar y más ahora que Aeroméxico el pasado 19 de junio de 2025 inauguró la ruta entre la ciudad de Cali, Colombia y Ciudad de México.

Gastronomía
No hay mejor manera de conocer un país que por su comida, ya que a través de esta uno puede conocer más de su historia, cultura, valores, geografía y economía, así que ve con ganas de probar de todo y olvídate por unos días del picante y del limón, tan utilizados en la mexicana.
Debes saber que la cocina caleña es rica y abundante, aprovecha sus productos locales y los ingredientes empleados para su preparación.
El aborrajad —plátano maduro relleno de queso— conquista con su sencillez, lo mismo que las marranitas, el pandebono, los patacones o el calentao, mientras que el sancocho de gallina, es reconfortante, como lo son los caldos de la abuela.

Por la tarde un vaso de cholado, frío y dulce, es lo mejor para refrescarse del calor por su mezcla de diversas frutas de la región y, por supuesto, opcionalmente pedirla con chontaduro, una fruta tropical que, orgullosamente, todos los caleños recomiendan comer al estilo de ellos: con sal y miel.
Comer en Cali es una experiencia tan reveladora como recorrer sus calles, es conocer más de su cultura y su gente: sencilla, pero de sabor delicioso.
Por supuesto hay restaurantes de todas las especialidades, pero recomendamos probar lo típico.
Cali Pachanguero
Si algo define a la ciudad, algo que la hace única en el mundo, es la salsa porque aquí no se baila: se vive.
No es casualidad que en esta tierra haya nacido el Grupo Niche, una de las agrupaciones más importantes de este género musical, cuyos temas son himnos que cruzaron fronteras y que aún hoy ponen a bailar a generaciones enteras.
Para conocer más, hay que visitar el Museo Jairo Varela, ubicado en la plazoleta del mismo nombre, fácilmente reconocible por las enormes trompetas ubicadas en la plaza y en las que hay que meterse por debajo para interactuar y conocer todo lo referente a la agrupación y su legado.
Para entrar de lleno en ese mundo hay que visitar el Mulato Cabaret, fundado por el legendario bailarín Luis Eduardo Hernández, El Mulato. Este lugar es un templo del ritmo, un sitio donde los shows en vivo encienden la pista.

El ambiente es festivo y empleados profesionales se encargan de sacar a bailar a las damas para calentar la pista. Después se invita al público asistente a cantar el Karaoke, no importa si no son muy entonados, la cosa es divertirse y animarse para terminar moviéndose en la pista como un caleño más.
La atmósfera es contagiosa: cada risa, cada giro, cada acorde hacen desear que la noche no termine, aunque el clímax llega con un show de bailarines profesionales que, sobre un escenario, dan muestra de sus habilidades en números bien coreografiados y ejecutados con mucha rapidez.
Un paseo por la ciudad
De día, Cali invita a explorar sus rincones con calma. El Paseo del Río es ideal para caminar y dejarse llevar por esta calle peatonal que de un lado tiene al río y, por el otro, diversos restaurantes, comercios y edificios.
Allí, la imponente Iglesia La Ermita se levanta como un símbolo de fe y belleza. Su estilo gótico contrasta con la vitalidad de la ciudad, pero al mismo tiempo la enriquece: parece un pequeño trozo de Europa incrustado en el corazón del Valle.

Más adelante, el barrio San Antonio revela la esencia más antigua y bohemia de Cali. Sus calles empedradas, sus casonas coloniales y sus balcones floridos cuentan historias de otro tiempo.
Es un lugar que invita a detenerse en un café, a acercarse a la colina de San Antonio para ver de cerca el Monumento a las Macetas, una escultura colorida que representa la tradición de celebrar el vínculo parental entre ahijado y sobrino.
El arte caleño también tiene su lugar en el Parque de las Novias del Gato del Río, una galería a cielo abierto que gira en torno a la famosa escultura del Gato del Río, creada por el maestro Hernando Tejada.
A su alrededor, más de una decena de esculturas femeninas —cada una intervenida por diferentes artistas— lo acompañan como si fueran un cortejo colorido.

Recorrer este parque es una experiencia lúdica, un encuentro entre arte, humor, naturaleza y, por supuesto, tomarte todas las selfies posibles junto a una o varias de estas coloridas esculturas.
Alrededores de Cali
Y aunque la ciudad ofrece motivos de sobra para quedarse, sus alrededores amplían la experiencia. A pocos kilómetros se encuentra el Cristo Rey, un monumento de 26 metros de altura que domina el cerro de los Cristales.
Desde allí, la vista panorámica da cuenta de la ciudad en toda su extensión abriéndose a los pies del visitante y dando la sensación de grandeza, de paz y de plenitud.

Si lo que se busca es contacto directo con la naturaleza, tienes que visitar el Ecoparque Piedechinche, para vivir una experiencia inmersiva en la naturaleza y la tradición agrícola del Valle del Cauca.
El recorrido permite adentrarse en senderos rodeados de cañaduzales, jardines y aves, mientras se aprende sobre la importancia de la caña de azúcar en la cultura local.
El Museo de la Caña complementa la visita con exhibiciones interactivas y piezas históricas que muestran la evolución de su cultivo y transformación, desde los trapiches artesanales hasta la tecnología moderna que sostiene a esta región.
En este mismo recorrido, aprovecha para conocer también la Hacienda Piedechinche, una casona colonial del siglo XVIII, en la que los visitantes pueden conocer de cerca la arquitectura típica de las haciendas vallecaucanas, con corredores amplios, balcones y patios que evocan la historia de la época.

Además, se ofrecen recorridos culturales que incluyen degustaciones de productos derivados de la caña, talleres educativos y actividades para toda la familia, convirtiendo este complejo en un destino que combina historia, cultura y naturaleza en un solo lugar.
Después de esta visita, comprenderás un elemento clave de su identidad: la caña de azúcar. Este cultivo no solo sostiene gran parte de la economía, sino que ha marcado la historia, la gastronomía y las costumbres del Valle.
Al final, Cali es mucho más que un destino turístico: es un estado de ánimo. Es la risa de su gente, el sabor de su cocina, el ritmo de su música y la frescura de sus paisajes.
Pero sobre todo, porque al visitarlo uno abraza en todo su significado esa estrofa inmortal de la canción dedicada a la ciudad por el Grupo Niche “Que todo el mundo te cante, Que todo el mundo te mime, Celoso estoy pa’ que mires, No me voy más ni por miles”.
Consejos útiles
- Mejor época para visitar. Sus habitantes coinciden: la Feria de Cali es uno de los eventos más esperados y coloridos, con desfiles, conciertos y, por supuesto, salsa en cada esquina. Este año se celebra del 25 al 30 de diciembre.
- ¿Cómo llegar? Aeroméxico cuenta con una frecuencia diaria Ciudad de México – Cali, saliendo a las 13:20 y llegando a las 19:00 hrs. , mientras que el regreso Cali – Ciudad de México, despega de la ciudad colombiana a las 08:30 para aterrizar a las 12:00 hrs. en la capital mexicana.
El vuelo es operado en un moderno y eficiente equipo 737 MAX, que ofrece servicio de mensajería instantánea gratuito, así como películas y series en la pantalla de cada asiento y servicio de alimentos calientes y bebidas a bordo.

- Experiencia salsera. Si quieres vivir una noche con sabor y alegría, visita el Mulato Cabaret porque cuenta con uno de los mejores shows de bailarines profesionales y el ambiente que se genera.No importa si no sabes bailar: la salsa caleña se trata más de disfrutar que de hacerlo perfecto.
- Gastronomía imperdible. Si bien la gastronomía local es deliciosa, siempre dan ganas de darse un gusto.
Por eso te recomendamos visitar Níspero restaurante, ubicado en el Barrio San Antonio en el interior del Alko hoteles; el restaurante del hotel NH Boulevard del Río ofrece cocina internacional; el restaurante Domingo, de la chef Catalina Vélez, recientemente galardonado en los Best Chef Awards es una excelente opción para cenar.

- Hospedaje. Como toda gran ciudad cuenta con una oferta amplia, pero nuestra recomendación es hospedarte en alguno de los que opera Minor Hotels: NH Boulevard del Río o el NH Royal.
El primero se ubica al norte de la ciudad y su gran ventaja es que puedes recorrer a pie varios atractivos turísticos cercanos; mientras que el segundo, se localiza al sur en una zona residencial, cerca de un centro comercial y de la Universidad del Valle.