El dolor después de una cirugía no debe asumirse como un mal inevitable del proceso de recuperación, advirtió la anestesióloga Pamela Estefanía Oviedo López, especialista en algología clínica e intervencionista por la UNAM.
De acuerdo con la experta, el dolor agudo perioperatorio —que abarca las fases preoperatoria, transoperatoria y posoperatoria— puede impactar física y emocionalmente a los pacientes si no recibe la atención adecuada. “Existe la creencia de que el dolor es parte de la recuperación, pero normalizarlo puede llevar a que se vuelva crónico”, explicó ne entrevista con Publimetro.
Oviedo señaló que cerca del 30% de los dolores agudos posquirúrgicos se cronifican, afectando la movilidad, la alimentación y la salud psicológica de los pacientes, quienes incluso pueden desarrollar depresión y pérdida de independencia.

Métodos de tratamiento
Entre las principales estrategias de tratamiento, destacó el protocolo de analgesia multimodal, que combina medicamentos para bloquear las distintas fases del dolor en el cuerpo.
“En México ya contamos con opciones que integran en una sola tableta paracetamol y celecoxib, lo que ayuda a mejorar la adherencia al tratamiento y disminuir la intensidad del dolor”, dijo.
El manejo inadecuado del dolor también puede prolongar la estancia hospitalaria. “Un paciente no puede ser dado de alta si presenta dolor moderado a severo, aunque la cirugía haya sido exitosa. Eso incrementa riesgos de infecciones, desnutrición y complicaciones”, advirtió la especialista.

Además de la farmacología, se recomienda rehabilitación física temprana, nutrición adecuada y un abordaje multidisciplinario que incluya médicos, anestesiólogos, nutriólogos y fisioterapeutas.
La especialista en algología clínica subrayó la importancia de que los pacientes informen con detalle sus antecedentes médicos y eviten la automedicación.
El dolor no se debe minimizar ni tratar con remedios caseros o fármacos sin control, porque puede causar daños al hígado, riñones o generar resistencia a los medicamentos
— Pamela Oviedo
Finalmente, hizo un llamado a la sociedad y al sistema de salud a romper con el estigma de “aguantar el dolor” y a impulsar campañas para visibilizarlo. “El dolor no es un castigo ni algo que deba tolerarse; es un síntoma que se puede prevenir, controlar y tratar eficazmente”, concluyó.