Gourmet

Fusión sinaloense-mediterránea busca conquistar Polanco

El chef Jaime Llano busca conquistar con su restaurante que ofrece platillos de Mazatlán con toques mediterráneos

Restaurante Luzia
(Publimetro/Ignacio Campos)

El restaurante Luzia, liderado por el chef Jaime Llano y su socio Alejandro del Águila, abrió sus puertas a una degustación especial en la Ciudad de México, donde presentaron un menú que refleja la esencia de su propuesta: una fusión entre la cocina mediterránea y los sabores de Mazatlán, de donde ambos son originarios.

Restaurante Luzia
Alejandro del Águila, socio del restaurante. (Publimetro/Ignacio Campos)

Su restaurante no es solo un comedor: es la historia de dos sinaloenses que decidieron tender un puente entre Mazatlán y el Mediterráneo, con mariscos frescos del Pacífico y recetas que huelen a especias, aceite de oliva y mar en calma.

Restaurante Luzia
El restaurante se ubica en Anatole France 70, Polanco. (Publimetro/Ignacio Campos)

“Somos de Mazatlán y traemos los sabores de allá, pero reinterpretados con un toque mediterráneo”, explicó Llano al inicio de la degustación. Desde el primer bocado, la experiencia revela lo que quiere ser Luzia: un lugar donde tradición y fusión se sientan en la misma mesa.

Restaurante Luzia
El chef Jaime Llano explicó su propuesta culinaria a los medios de comunicación asistentes a la degustación. (Publimetro/Ignacio Campos)

El menú arrancó ligero, con una ensalada griega fresca, que el chef presentó como “americanizada” porque lleva lechuga. Después llegó un tiradito de atún, maridado con vino Celeste Verdejo, que sorprendió no por el picor, sino por la suavidad de su salsa macha “muy cacahuatosa”, como la describe Llano. El toque sinaloense estaba ahí: el atún llega directo de Mazatlán, todos los días, así como la pesca que emplean en sus diferentes platillos.


Restaurante Luzia
Ensalada griega preparada con lechuga, tomate, pepino, aceitunas, cebolla morada, orégano, aceite de olivo, vinagreta de la casa y queso feta. (Publimetro/Ignacio Campos)

El recorrido continuó con tacos de marlín estilo gobernador, en franca alusión a la costa sinaloense, y luego con uno de los platillos emblema de la casa: el kebab mixto. Tres proteínas —pollo, res y camarón— compartieron protagonismo con un despliegue de acompañamientos: hummus, tzatziki, babaganoush, tabule, arroz libanés y pan pita horneado en casa. Cada detalle evoca un Mediterráneo cálido, pero con alma sinaloense.

Restaurante Luzia
Esta es la interpretación del chef de los Tacos de Marlín. (Publimetro/Ignacio Campos)

La sorpresa vino con la pizza Di Parma, donde la crema de pistache y la mortadela se entrelazaron con la suavidad de la stracciatella y un discreto perfume a trufa. Fue el bocado más contemporáneo, acompañado del vino Celeste Crianza, de Ribera del Duero.

Restaurante Luzia
Pizza Di Parma, elaborada sobre base blanca de mozzarella, crema de pistache, stracciatella, aceite de trufa y mortadela. (Publimetro/Ignacio Campos)

Y como toda buena experiencia, el cierre fue dulce: panna cotta de la casa, un pastel de elote que rinde homenaje a la cocina mexicana, y el consentido del chef, un pot de crème de chocolate con fresas y café. “Yo soy chocolatero, este es mi favorito”, confesó Llano mientras se servían las copas de Torres Mazapán, un vino de Penedés pensado para postres.

Restaurante Luzia
Pastel de elote con helado y frutos rojos. (Publimetro/Ignacio Campos)

La degustación dejó en claro que Luzia no busca replicar recetas, sino crear un diálogo entre culturas, con la frescura del mar sinaloense y la riqueza de la tradición mediterránea. Una propuesta donde se come bien, pero sobre todo, se cuenta una historia en cada plato.

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