La segunda semana de actividades del Festival Internacional Cervantino ha dado comienzo y continúa deleitando a los amantes de la cultura con un cartel de espectáculos de talla internacional.
Este pasado lunes 13 de octubre tuvo lugar uno de los montajes más impresionantes y representativos de Veracruz y la República Mexicana.
La colaboración del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández se presentó junto a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato y el grupo Mono Blanco en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas.

A través de la danza y la música se creó un espacio deslumbrante en el que cada paso, movimiento, nota y emoción cautivó al público presente.
Con un ritmo extraordinariamente cuidado, cada uno de los bailes y sones transportaron a los asistentes a disfrutar de un espectáculo digno de los carnavales veracruzanos.
Un despliegue de colores, ritmo y sabor que demostró por qué esta colaboración es uno de esos eventos únicos donde el talento de cada agrupación sirvió para crear algo memorable, un encuentro donde Veracruz conquistó Guanajuato con su esencia más pura.

Así, el Festival Internacional Cervantino ofreció una propuesta que unió estos lenguajes artísticos para celebrar la riqueza de las tradiciones mexicanas.
El repertorio
Bajo la batuta de Juan Carlos Lomónaco, la OSUG encendió y fascinó al público desde su interpretación de la “Sinfonía India” y el ballet de “Los Mayas”, en una velada donde el Ballet Folklórico de México hizo gala de su repertorio, que incluye sones, mambos, danzones y un espectáculo de jaripeo acompañado de mariachi.

La orquesta continuó con piezas como “Marcha Zacatecas”, “Jesusita en Chihuahua”, “Sones de Mariachi” y el “Danzón No. 5”. Sin embargo, fue al interpretar el emblemático “Huapango” de José Pablo Moncayo y “La danza del Venado” cuando la energía alcanzó su punto máximo.
Posteriormente, la OSUG interpretó un popurrí de mambos de Dámaso Pérez Prado; el icónico “Mambo No. 5” puso a bailar al público, acompañado por las bailarinas y bailarines del Ballet Folklórico que bajaron del escenario para contagiar la alegría entre los asistentes.
El alma jarocha con Mono Blanco
Como parte del Homenaje a Veracruz, el público disfrutó del danzón “Nereidas”, seguido de “Sones jarochos”, “Morenas”, “Carpintero”, “Coco”, “Comparsa” y “El mundo se va acabar”, a cargo del grupo Mono Blanco.

Esta agrupación, surgida en 1977, se dedica a promover el son jarocho como una expresión musical festiva y comunitaria.
En 1980, bajo la dirección de Arcadio Hidalgo, revitalizó el género al fusionar tradiciones ancestrales con propuestas innovadoras, convirtiéndose en referente indispensable de la música veracruzana.
La colaboración entre el Ballet Folklórico y Mono Blanco creó momentos únicos donde los clásicos zapateos jarochos, las danzas veracruzanas, las representaciones de cantares mesoamericanos y sus reinterpretaciones contemporáneas se fundieron en un solo corazón artístico.
Al iniciar “La Bamba”, con el tradicional baile del moño y las mojigangas, estallaron los aplausos y el zapateado entre el público que abarrotó la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas.
