En México, siete de cada diez personas padecen algún grado de enfermedad periodontal, una afección que no solo provoca pérdida dental, sino que también se asocia con problemas cardíacos, diabetes y complicaciones en el embarazo. Expertos alertan que la prevención y la atención temprana son claves para evitar daños irreversibles.
Millones de personas viven con un problema silencioso en su boca: la enfermedad periodontal. Esta condición, que comienza con la inflamación de las encías, no solo puede provocar la pérdida de dientes, sino también afectar la salud general del organismo, al estar relacionada con enfermedades cardiovasculares, diabetes y complicaciones durante el embarazo.
“La clave está siempre en la prevención, no en la corrección”, afirmó la cirujano dentista Liliana Bueno, especialista en implantes, al destacar la importancia de acudir al menos dos veces al año al dentista.
De acuerdo con especialistas, la periodontitis avanza sin causar dolor evidente, por lo que muchas veces pasa desapercibida hasta que el daño ya es irreversible. En el país, hasta el 70% de la población presenta algún grado de enfermedad periodontal, sobre todo adultos mayores, aunque cada vez se detectan más casos en jóvenes.
La enfermedad no solo afecta la estética o la función dental. Estudios indican que la inflamación crónica de las encías puede afectar al sistema circulatorio, incrementando el riesgo de padecimientos cardíacos. En mujeres embarazadas, además, la mala salud bucal puede elevar el riesgo de partos prematuros o de bebés con bajo peso al nacer.
Dentadura postiza
Cuando la pérdida dental ya ocurrió, los implantes dentales representan una alternativa segura y efectiva. Estos procedimientos permiten recuperar la función y la estética en un solo día, siempre que se realicen por profesionales certificados. En México, los costos resultan mucho más accesibles que en Estados Unidos o Canadá, lo que ha atraído a pacientes del extranjero.
No obstante, los especialistas reiteran que la prevención sigue siendo la mejor herramienta: mantener una buena higiene, acudir a revisiones regulares y atender las señales tempranas de enfermedad en las encías puede marcar la diferencia entre conservar o perder una sonrisa saludable.